Magdalena penitente’, (1598-1602), óleo de Domenico Tintoretto. |
María Magdalena es uno de los personajes más fascinantes
de la época de Jesús. Aunque cada año hay más y más gente que la idolatra como
si de una superheroína se tratara, la historia de su vida ha sido
malinterpretada durante siglos. Pero recientes descubrimientos sobre ella están
ayudando a situarla en el lugar de la historia que le corresponde. Sus
reliquias se encuentran en diferentes lugares del mundo, y constituyen uno de
los vínculos principales entre esta misteriosa mujer y sus actuales seguidores.
El papel que desempeñó María Magdalena en la vida de
Jesús aún no está claro, aunque parece que sin duda fue para él una compañera
importante. Pese a que no sabemos mucho sobre su vida, incluso la Biblia
confirma el estrecho vínculo que existía entre la Magdalena y Jesús, mucho más
fuerte que el que mantenía el Maestro con el resto de sus discípulos. Este
hecho queda perfectamente reflejado en el pasaje en el que María Magdalena le
reconoce tras su resurrección. Citamos el Evangelio de Juan (20,17): “Dícele
Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis
hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»”
‘Jesucristo se aparece a María Magdalena.’ (1835) Óleo de Alexander Andreyevich Ivanov. (Public Domain) |
El evangelio de Juan, que oficialmente se cree escrito
por María Magdalena, arroja algo de luz sobre la historia de su vida, pero
debido a la ausencia de otras fuentes los vestigios más importantes que nos ha
legado la Magdalena son sus reliquias, ocultas en las cámaras de diferentes
iglesias.
Existen al menos tres relatos diferentes que explican
cómo murió María Magdalena. Uno de ellos sugiere que vivió y murió en Tierra
Santa. En otro se cuenta que tras la muerte de Jesús viajó a Éfeso con San Juan
y María, madre de Jesús. De hecho en Éfeso se encontraban unas posibles
reliquias de María Magdalena, trasladadas posteriormente a Constantinopla (hoy
Estambul). Según la última versión, escapó de Tierra Santa por mar llegando a
lo que hoy es el sur de Francia, donde vivió con su hija hasta su muerte.
La calavera de
María Magdalena
La más asombrosa de las reliquias de María Magdalena es
su calavera, que podemos encontrar en el sur de Francia, en la población de St.
Maximin-la-Sainte-Baume. Su culto en Francia está conectado con la leyenda del
Santo Grial y con la historia de su huida de Tierra Santa.
La cuestión de la calavera de María Magdalena resulta muy
difícil de explicar, ya que la reliquia paree tener su origen en Francia – al
menos, lleva allí desde que se inició la construcción de la imponente iglesia
gótica que la alberga, en 1295. Por aquel entonces la región se encontraba bajo
el dominio de Carlos II de Anjou, rey de Nápoles, Conde de Provenza y sobrino
de San Luis (rey de Francia).
Según la leyenda que se cuenta en la población en la que
la basílica fue construida, María Magdalena fue enterrada por su amigo
Maximino, primer obispo de Aix. Siglos más tarde, la tumba fue abierta el 10 de
diciembre de 1279. Los que abrieron la tumba encontraron en el interior del
ataúd polvo y una tablilla de madera recubierta de cera con una inscripción que
rezaba: “Aquí yacen los restos de María Magdalena.” Durante la apertura de la
tumba en 1279, los presentes en la exhumación fueron testigos del maravilloso
olor a perfume que desprendía el ataúd abierto.
La Basílica de María Magdalena en St. Maximin-la-Sainte-Baume, cuya construcción se inició en 1295. |
Durante la Revolución Francesa la calavera de María
Magdalena fue retirada de la iglesia, aunque más tarde fue donada al arzobispo
y guardada en un relicario de oro. Curiosamente la reliquia está ataviada con
una peluca roja. Se encuentra custodiada simbólicamente por las esculturas de
cuatro ángeles de oro, presumiblemente añadidos en 1860, ya que en su dorso
aparecen grabados los números romanos “MDCCCLX”.
La verdad sobre el mito de Jesucristo 1ª Parte : los antiguos orígenes de una leyenda
La verdad sobre el mito de Jesucristo 2ª Parte: El hombre verde y la leyenda de jesús
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La calavera de María Magdalena. |
¿La mano de la esposa de Jesús?
Otra famosa reliquia de María Magdalena es su mano, que
se encuentra en el Monasterio de Simonopetra del monte Athos (Grecia). Es la
mano izquierda de una mujer, una mano portadora de mirra que según la tradición
perteneció a María Magdalena. De ella se cree que es incorruptible y muy
milagrosa. También se cuenta de esta reliquia que desprende un agradable aroma,
exactamente igual que en el relato de la apertura de la tumba francesa de María
Magdalena.
Se conocen numerosas historias en relación con los
milagros obrados supuestamente por esta preciada reliquia. Se cree por ejemplo
que la mano de la Magdalena protege a los campos y cultivos de los
agricultores, y que se encarga de eliminar continuamente a los gusanos que
devoran las plantas.
La cosa no queda ahí: también se cree de esta reliquia
que cuando se produjo un gran incendio en el año 1945 en un bosque cercano al
monasterio, María Magdalena ayudó a traer agua suficiente para apagar el fuego
y salvar al bosque y al monasterio. De forma parecida a la reliquia francesa,
la mano izquierda de la Magdalena se encuentra protegida en el interior de un
estuche decorado, y es venerada por miles de peregrinos todos los años.
La mano izquierda de María Magdalena. |
Leyendas de una mujer olvidada
María Magdalena tuvo un enorme impacto en el
cristianismo, y puede que incluso fuera la pareja sentimental de Jesús. En la
actualidad se ha convertido en una especie de icono del poder femenino en la
época bíblica. Los lugares en los que se encuentran las reliquias constituyen
aún a día de hoy un importante destino para numerosos peregrinos.
En nuestros días resulta casi imposible confirmar el
origen de los huesos de estas reliquias. Las iglesias en las que se encuentran
no han dado permiso para que se comparen a fin de comprobar si pertenecieron a
la misma mujer. De todos modos, independientemente de dónde fuera enterrada o
de a quién pertenecieran realmente los huesos considerados desde hace siglos
las reliquias de Santa María Magdalena, sin duda continúan siendo en la
actualidad un precioso tesoro para los creyentes cristianos.
‘Magdalena penitente’, óleo de El Greco. |
Fuente: www.ancient-origins.es
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