“Anunciación” (1489-1490), temple sobre madera de Sandro Botticelli. |
La Virgen María es uno de los símbolos clave del
cristianismo, una mujer cuyo culto cambió el mundo. Sin embargo, quizás sea
también el personaje bíblico peor comprendido de todos. Según algunos
investigadores, la famosa historia de la mujer que jamás tuvo contacto sexual
con un hombre y aun así dio a luz surgió a causa de un error cometido al traducir
un antiguo texto.
La Virgen María es bien conocida gracias a la Biblia, aunque
no existen demasiadas piezas arqueológicas claramente relacionadas con su vida.
A lo largo de los siglos, la historia de aquella mujer cuyo nombre real era
Miriam cambió el mundo. Su mayor hito, el que la hizo famosa, fue el de dar a
luz a un niño llamado Josué que acabó siendo conocido como Jesús. Como Madre de
Dios, en la religión cristiana está considerada un símbolo de pureza y
humildad.
Diferentes versiones de la leyenda de María
El famoso relato bíblico cuenta que Miriam (María) era una
joven, quizás soltera, a quien se apareció un ángel que le comunicó el mensaje
de que daría a luz al Hijo de Dios. Sin embargo, el relato que encontramos en
el Toledot Yeshu, un antiguo libro judío, nos presenta una versión muy
diferente de esta historia.
Los desconocidos autores judíos del Toledot Yeshu afirman
que Miriam estaba casada con un hombre llamado Juan, pero conoció a un soldado
romano de nombre Tiberio Pantera. Se enamoró de él y traicionó a Juan con el
guerrero romano. Cuando Juan descubrió a los amantes ella ya estaba embarazada,
y Juan decidió divorciarse de ella.
Tiberio tomó el nombre de José y creó una familia con Miriam
y el pequeño Josué (Jesús). El niño se haría famoso por realizar todo tipo de
milagros, que habría aprendido de los antiguos maestros. Cuenta la leyenda que
algunos de sus poderes eran caminar sobre las aguas y convertir agua en vino,
entre otros. Pero la escandalosa historia del triángulo amoroso de María podría
explicar por qué alguien sintió que era mejor referirse a ella como “la
virgen”.
‘El sueño de José’ (1645), óleo producido por el taller de Rembrandt. |
Traducciones que revelan la verdad
El mayor malentendido en el relato de la Virgen María
proviene de un error de traducción. Es habitual que las traducciones de los
antiguos textos bíblicos estén basadas en otras traducciones anteriores, por lo
que el significado que ocultan las palabras originales a menudo es decodificado
por especialistas en un lenguaje en concreto. Por otro lado, se realizaron
muchas traducciones de esta historia basadas en diccionarios creados por
especialistas en latín, un dato clave para comprender el misterio en el que
está envuelta en este caso la palabra “virgen”.
La palabra “virgen” procede del latín “virgo”, que significa
“doncella” o mujer sexualmente inexperta. En esta palabra están basados los
relatos sobre María en los que se la considera una mujer que jamás mantuvo una
relación sexual con un hombre.
Sin embargo, históricamente el término “virgen” significaba
“por sí misma”, y se refería a las mujeres que no necesitaban un hombre. Sin
embargo, esto no implicaba necesariamente que no lo tuvieran. Esta
interpretación representa de hecho a una mujer independiente, libre de ataduras
económicas, mentalmente fuerte, y no demasiado dependiente de su amante o
pareja.
Ilustración de una xilografía del signo del zodíaco Virgo utilizada por Alexander y Samuel Weissenhorn de Ingolstadt. |
En épocas más antiguas se creía en ocasiones que las mujeres
establecían un fuerte vínculo con su primer hombre, o incluso que podían
volverse adictas mentalmente a su primera pareja sexual. De este modo, para
evitar este problema, las antiguas sociedades de la región mediterránea (y
otras zonas del Próximo Oriente y Persia) decidieron adoptar una costumbre que
se convirtió en parte de sus ceremonias religiosas.
En el pasado era habitual que las mujeres de esta región del
mundo acudieran a los templos de Ishtar o Afrodita, por ejemplo, a mantener
relaciones sexuales con el sacerdote. Nunca podían volver a verse, pero este
acto, que parecía aprobado por la diosa del templo, evitaba a las mujeres
sentir un apego excesivo por su amante. La visita al templo era habitualmente
una sugerencia de la propia familia de la mujer, y no estaba considerada una
traición ni un algo escandaloso.
Detalle de una pieza cerámica de la antigua Mesopotamia conocida como “Vaso de Ishtar”, de terracota decorada y procedente de Larsa, principios del II milenio a. C. |
Sin embargo, algunos investigadores han sugerido asimismo
que la palabra “virgen” quizás designara en ciertas culturas antiguas a mujeres
independientes en diferentes campos. Es posible que María fuese también
autónoma en otros ámbitos, aunque ni la Biblia ni otros textos nos permiten
aclarar este punto.
Un símbolo con múltiples significados
María se convirtió en un símbolo con múltiples significados,
incluido el de la famosa Arca de la Alianza. Como explican los especialistas de
la web Catholic Bible 101 :
¨El Arca de la Alianza del Antiguo Testamento contenía tres
elementos: la Palabra de Dios, bajo la forma de tablillas de piedra (Los 10
Mandamientos), maná (“pan”) del Cielo, y la vara de Aarón, que reverdeció y
volvió a la vida (Hebreos 9,4). Del mismo modo, el útero de la Santísima Virgen
María albergó a Jesucristo: la Palabra de Dios viva (Juan 1,1), el pan de vida
(Juan 6,48) y el monarca con una vara de hierro que también cobró vida
(Apocalipsis 12,5). En la Anunciación de María, Gabriel le dijo que el poder
del Altísimo la “cubriría con su sombra” (Lucas 1,35). La expresión “cubrir con
su sombra” resulta significativa, ya que también fue utilizada para referirse
al querubín que “cubrió con su sombra” el propiciatorio del Arca de la Alianza
(Hebreos 9,5). El Arca estaba revestida de oro puro (Éxodo 37) y era
absolutamente sagrada, lo que guarda paralelismo con la enseñanza católica de
que María es también pura y sagrada. De hecho el Arca de la Alianza era tan
sagrada que ninguna persona normal podía ni siquiera tocarla. De hecho Uzzá
extendió la mano para sujetarla y fue fulminado instantáneamente (2 Samuel
6,7).¨
Moisés y Josué se inclinan ante el Arca de la Alianza en el Tabernáculo (1896-1902), aguada de James Tissot |
Estas afirmaciones confirman la idea de que María era
considerada como el sagrado recipiente simbólico que trajo a Jesús a la vida.
Pero también se convirtió en el principio de una interesante historia. Podría
no tener nada que ver con el hecho de que fuese una amante inexperta
sexualmente. María podría haber sido llamada virgen por su carisma, energía e
iniciativa al apoyar a su hijo. Los antiguos pueblos del Próximo Oriente no
veían la virginidad por aquel entonces de la misma forma que, por ejemplo, los
romanos.
Virgen María del Altar de Gante, conocido también como “Adoración del Cordero Místico”, óleo sobre tabla de Jan van Eyck. |
¿Es María realmente santa?
Con el paso de los siglos, algunos sacerdotes y obispos se
han preguntado si los cristianos realmente deberían adorar a María, madre de
Jesús. Quizás estaban al tanto del error cometido en las traducciones de los
primeros textos cristianos, pero sentían que no podían hacer nada para
subsanarlo.
Sin embargo, este hecho no cambia el lugar que ocupa María
en la historia. Algunos especialistas sostienen que los relatos bíblicos no
deben leerse como si fueran crónicas históricas de hechos auténticos, sino más
bien como leyendas simbólicas. Esta idea da pie a más debate aún entre
creyentes e investigadores. Pero a pesar de todo, a medida que pasa el tiempo y
los nuevos descubrimientos nos revelan más información sobre ella, la vida de
María se convierte en un tema cada vez más fascinante.
Virgen María. |
Fuente:
www.ancient-origins.es
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