Icono de “Nuestra Señora, Madre de la Gracia”, Trsat, Croacia (probablemente siglo XII) |
La Virgen María es una de las mujeres más famosas del mundo
antiguo. Las enseñanzas de su Hijo superaron en importancia a la historia de su
vida, pero su biografía constituye una de las leyendas más grandiosas sobre el
amor de una madre. En nuestros días, resulta muy difícil encontrar piezas
arqueológicas que hayan podido tener relación con la Madre Virgen, pero existe
un lugar que según la tradición siempre ha estado vinculado a ella.
Hay una tumba al pie del Monte de los Olivos, en el Valle de
Cedrón de la ciudad de Jerusalén, en la que cuenta la tradición que fue
enterrada María. Existen por lo menos dos versiones de la historia de su vida
en relación con esta tumba: una procede de la propia Biblia, y la segunda del
antiguo libro judío Toledot Yeshu . Aunque se observan algunas diferencias
entre estos dos textos, ambos afirman que María (o Miriam) era la madre de
Yeshua, más conocido como Jesucristo.
¿Realidad o ficción?
Según las leyendas, María murió por causas naturales. Como
está escrito en la Dormición de la Theotokos, falleció de igual forma que si se
hubiera quedado dormida. Se desconoce qué edad tenía cuando murió. Sin embargo,
según algunos textos, su cuerpo fue resucitado, y al igual que su Hijo, al
tercer día subió a los Cielos en cuerpo y alma. Según se dice, se descubrió que
su tumba estaba vacía tres días después de su funeral.
Icono de la Dormición de la Theotokos (Virgen María), Iglesia de la Dormición (Tumba de María), Jerusalén. |
La Enciclopedia Católica asegura que los textos más antiguos
que hablan de María sugieren que su vida acabó en Jerusalén:
¨Las obras apócrifas de los siglos II d. C. al IV d. C. son
todas favorables a la tradición de Jerusalén. Según los Actos de San Juan,
escritos seguramente por Prócoro entre los años 160 d. C. y 170 d. C., aunque
atribuidos tradicionalmente a Lucio Carino, el Evangelista viajó a Éfeso
acompañado únicamente por Prócoro y a una edad muy avanzada, es decir, después
de la muerte de María. (...) Las dos cartas B. Inatii missa S. Joanni, escritas
hacia el año 370 d. C., demuestran que la Virgen Bendita pasó el resto de sus
días en Jerusalén. Por otro lado, la carta de Dionisio Areopagita al obispo
Tito (363 d. C.), el Liber Joannis de Dormitione Mariae (entre los siglos III
d. C. y IV d. C. ), y el tratado De transitu B. M. Virginis (siglo IV d. C.)
sitúan su tumba en Getsemaní (...). Nunca ha existido ninguna tradición que
vincule la muerte y el enterramiento de María con la ciudad de Éfeso.¨
Muchos aún dudan que esta tumba realmente perteneciera a la
Virgen María. En el siglo V d. C., Cirilo de Escitópolis escribe en Euthymiaca
Historia que el emperador Marciano y su esposa Pulqueria solicitaron el envío
de las reliquias (los restos) de la Virgen María. El Patriarca de Jerusalén,
Juvenal, contestó que no quedaba reliquia alguna, y que el cuerpo de María dejó
la tumba tres días después de su funeral.
Altar en la Tumba de la Virgen María, Jerusalén. |
La tumba de María
Desde los principios del cristianismo, la supuesta tumba de
María ha sido considerada un lugar sagrado. Fue excavada en el año 1972 por
Bellarmino Bagatti, arqueólogo y fraile franciscano. Bagatti creía que se
trataba de un antiguo cementerio datado en el siglo I d. C., y que podía
albergar varios enterramientos de importantes personajes bíblicos.
El equipo de investigadores exploró las tres cámaras
funerarias, por lo que Bagatti dedujo que la tumba debía ser la que fuentes
cristianas mencionan como la famosa tumba de María. En el siglo V d. C., había
una pequeña iglesia cerca de la tumba, pero fue destruida en el año 614 por los
persas.
A pesar de todo, continuó siendo considerada un lugar
sagrado durante la dominación musulmana. Los musulmanes creían que era el lugar
en el que se encontraba enterrada la madre del profeta Isa (Jesús). En el año
1130, cuando los cruzados llegaron a Jerusalén, reconstruyeron la iglesia y la
cedieron a la Orden Benedictina.
Iglesia de Jerusalén en la que se encuentra la Tumba de María. |
La iglesia fue construida en estilo gótico antiguo, y podría
ser uno de los más bellos monasterios de Jerusalén si no hubiera sido destruida
por Saladino en el año 1187. Sin embargo, su cripta se conservó intacta. Fue
reconstruida de nuevo en la segunda mitad del siglo XIV, convirtiéndose en un
monasterio de monjes franciscanos. En 1757, los franciscanos fueron despojados
de la propiedad del templo. La iglesia se mantuvo igualmente a salvo durante
las batallas que libraron los otomanos en Jerusalén.
En nuestros días, esta iglesia alberga asimismo las capillas
de San José, Joaquín y Ana (los padres de la Virgen María) y la tumba de la
reina Melisenda de Jerusalén. La cripta sigue siendo a día de hoy un misterio,
ya que no existe evidencia física alguna que pueda confirmar la leyenda que ha
perdurado desde tiempos muy antiguos. Sin embargo, continúa siendo posible que
su cámara funeraria hubiese albergado los restos de la Virgen María durante
tres días.
Sarcófago de la Virgen María, Iglesia del Sepulcro de María, Monte de los Olivos, Jerusalén. |
Por otro lado, la datación de estas cámaras funerarias es
muy dudosa. Resulta difícil identificar el período al que pertenece la
estructura original de la tumba, ya que todas las tumbas de la época bíblica
son muy similares. La cultura funeraria de la región estaba muy bien
planificada, pero era más bien ascética. En este caso, todo lo que los
investigadores pueden hacer es preguntarse qué hay de cierto en la leyenda que
ha sobrevivido a lo largo de los últimos 2.000 años.
En busca de la tumba de María
Los restos de María, madre de Jesús, continúan siendo a día
de hoy un icono de la historia antigua: una de las mujeres más famosas del
mundo en su época, y la mujer más importante del cristianismo. No resulta
sorprendente por tanto que su supuesta tumba continúe siendo en la actualidad
de enorme interés turístico.
Pero la tumba de Jerusalén que muchos dan por hecho que constituye
la localización real del enterramiento de María no es la única posible tumba de
la Madre de Dios. Otra ubicación que se ha sugerido para la tumba de María se
encuentra en Turkmenistán, en un lugar llamado originalmente ‘Mari’. Los
habitantes de esta zona creen que Jesús, María y otros personajes de su entorno
viajaron a la India. Sin embargo, cuentan también que María habría muerto en lo
que hoy es el territorio de Turkmenistán. Hay también una tumba de Jesús
localizada en la India. Pero esa es otra historia…
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