INTRODUCCIÓN
Desde comienzos de la humanidad, el
hombre siempre ha estado en comunicación con todo lo que le rodea, posiblemente
a través de la telepatía.
Este era su medio natural de comunicación para
con los de su especie, así como con otros seres de otras especies.
Con el paso de los Siglos, el hombre ha
ido evolucionando exteriormente, pero por contra interiormente ha ido
involucionando.
¿ Es por tanto la Telepatía, los
resquicios de una lengua Universal Antiquísima?.
¿ Tuvimos alguna vez, tanto poder como
para realizar proezas, ó simplemente lo cotidiano, tan solo con el deseo del
pensamiento?.
Científicamente esta demostrado que
somos energía, pues la ciencia moderna ha probado que todo lo que llamamos
materia y energía no son sino modos de movimiento vibratorio. Energía que
partió del TODO (mente Universal
infinita y viviente) en diminutos fragmentos de microorganismos.
Partimos desde el TODO que es espíritu
puro, bajando hasta la forma más grosera de materia, en constante vibración
(cuanto más alta la vibración, mas alta la posición en la escala). Desde el
corpúsculo y el electrón, el átomo y la molécula, hasta los mundos y universos,
todo está en moción vibratoria. Partimos del TODO, para formar las formas más
groseras, vibrando a una intensidad muy baja, según vamos evolucionando, vamos
subiendo en intensidad vibratoria, hasta alcanzar, y siempre en movimientos de
Vaivén la unión con el TODO.
Volvemos de dónde partimos. Nada
descansa; todo se mueve, todo vibra. Como es arriba, es abajo; como es abajo,
es arriba.
Pero, está energía ¿ es Mental?, ¿Física?,
¿ Mecánica?, ¿Magnética? , ¿ Eléctrica?,
etc.
También los científicos han demostrado
que el ser humano solo tiene desarrollado el 10% del Cerebro, ¿ y el otro 90%?
¿ lo hemos perdido según hemos ido evolucionando? ó ¿ a sido la perdida total,
a causa de nuestra salida del conocido y famoso Edén?.
¿ Es la reencarnación, como dicen los reencarnacionistas (y para los que crean en ella) la evolución
interior del ser humano, hasta alcanzar la meta de lo que alguna vez fuimos?.
No lo sé,
Ojalá tuviera todas las respuestas en mi
mano, por eso, no puedo quedarme de
brazos cruzados. Intento darme respuestas, para que de alguna forma coherente
tenga significado la vida, ante tantas lagunas que rodean al ser humano. ¿ Qué
Somos?, ¿De dónde Venimos?, ¿ Adónde vamos?.
Lo que sí tengo claro, es que somos
seres mentales, que por alguna causa desconocida hemos perdido (la mayoría)
nuestras facultades Psíquicas, ó quizá sea que, las tenemos dormidas y no las
desarrollamos, mas bien por falta de conocimiento.
En estas páginas no doy respuestas a
tantos interrogantes que a diario nos planteamos, pero si puedo decir y
afirmar, que todos los fenómenos Parapsicológicos, ya sea, producidos
conscientemente como inconscientemente, son producidos a través de nuestra
mente.
Un gran principio de Hermes
Trismegistus, el "escriba de los dioses", que residió en el antiguo
Egipto en los días en que la raza presente de los hombres estaba en su
infancia, fue, es:
El TODO es MENTE;
El Universo es Mental.
Hermes residió en el antiguo Egipto en
los días en que la raza presente de los hombres estaba en su infancia.
Contemporáneo de Abraham, y, si las leyendas son verdaderas, un instructor de
ese venerable sabio.
Hermes fue, es, el gran sol central del
ocultismo, cuyos rayos han servido para iluminar las innumerables enseñanzas
que han sido promulgadas desde su tiempo. Todas
las enseñanzas esotéricas de toda la raza pueden ser atribuidas a
Hermes. Incluso las más antiguas enseñanzas de la India tienen indudablemente
sus raíces en las enseñanzas herméticas originales.
PRÓLOGO
Este libro intenta dar un repaso a todo
lo que conlleva la fenómenologia paranormal. Fenómenos que por otra parte han
convivido con el hombre desde los comienzos de éste en nuestro planeta azul.
No es mi intención ni pretensión aclarar
nada de lo que ya se ha dicho, no digo nada nuevo, y ni siquiera pretende ser
un estudio de investigación.
Este libro es una recopilación de los ya
publicados, existentes en bibliotecas y librerías. En este libro doy - intento dar- un enfoque diferente, dejando
demostrado que la fenómenologia paranormal ha perseguido al hombre desde sus
comienzos, dando lugar a las tradiciones, ritos y religiones. Así como las
dificultades por las que han pasado algunos hombres hasta lograr que los
fenómenos fuesen tratados como Ciencia, barreras y codazos que sus propios
compañeros les han puesto a lo largo de sus investigaciones, incluso
cerrándoles las puertas de muchos estamentos.
Espero que este libro sirva, no ya de
guía, puesto que todo lo que expongo en sus paginas ya esta escrito por otros
autores, sino como punto de reflexión para conocernos interiormente.
Una búsqueda que empieza
en uno mismo, hacia el interior. Un bucear en nuestro inconsciente - o mejor dicho- en nuestro supraconsciente, hasta llegar a
conocernos a nosotros mismos.
FÉNOMENOS PRESENTES EN TODAS LAS ÉPOCAS
Y CULTURAS
El hombre a lo largo de su historia
siempre a tenido poder mental, ó mejor dicho, siempre a manifestado fenómenos
Psi. , que son producidos a través de un resorte aún desconocido, ubicado en
algún lugar de la mente.
Los fenómenos Psi. afloran constantemente
en toda clase de mitos y leyendas. Libros considerados sagrados, históricos y
crónicas de casi todas las épocas y culturas inundan sus paginas con esa
fenómenologia, que cuando son despojados de cualquier adorno más o menos
fantástico, correspondiente a cada cultura, encontramos que existe plena
concordancia entre los fenómenos narrados por las antiguas tradiciones y los
que hoy estudia la Parapsicología.
Encontramos muchas de estas facultades
entre los atributos de los chamanes de distintas partes del globo. Con este
nombre designa la antropología a los guías espirituales y sanadores de los
pueblos del Tercer Mundo, también mal llamadas culturas primitivas, a los que
comúnmente hemos conocido como brujos, hechiceros u hombres-medicina. Son individuos
que se muestran capaces de realizar diagnósticos, de ver sucesos lejanos, de
curar o de maleficiar por diversos medios y de realizar, en ocasiones, toda
clase de prodigios. Habitualmente caen en trance y viajan a mundos invisibles,
tanto para adquirir sus conocimientos como para relacionarse con diversas
clases de espíritus y ejercer sus
poderes que consideran un regalo de aquellos.
Para algunas tradiciones orientales, el
dominio de las fuerzas, es una consecuencia del avance en el camino interior
que conduce a la iluminación.
Haciendo un breve recorrido por la
historia, encontramos que, ya en la prehistoria el Hombre del Paleolítico
inferior, sabiendo que existían otras realidades, intentaban comunicarse con
ellas a través de símbolos pintados en sus cuevas de difícil significación.
Estas por lo general eran círculos, trazos irregulares y manos propias que
impregnan con pintura. Posteriormente plasmó en las paredes de sus cuevas,
siluetas de figuras de todo tipo de animales
(caballos, ciervos, cabras, bisontes, renos, mamuts, rinocerontes, etc.
), quizá con la intención de crear un ritual mágico para que no les faltara la
comida, (la Caza).
En el Neolítico, están convencidos de la
existencia de otra vida después de la terrenal, pues entierran a sus difuntos
con toda clase de objetos personales (vasijas, Joyas, Comida), para cuando
lleguen a su destino se encuentren con lo que les perteneció. Creían en una
continuidad después de la muerte. Es posible que se realizara algún culto a los
antepasados. Estos eran enterrados en la tierra, que era considerada patrimonio
de la comunidad. Quizás pensaban que si enterrando la simiente, ésta renacía
bajo otra forma de vida, o podía ayudar en la germinación de sus preciados
frutos.
En la edad de Hierro, siguen con la
creencia en el más allá, y en la vida después de la muerte. Éstos incineran a
sus cadáveres, introduciendo sus cenizas en urnas con tapaderas agujereadas,
para facilitar la entrada y salida del difunto.
Es por tanto, como comprobamos que la
aparición de signos y creencias en otras vidas, ya las encontramos en los
albores de la Historia de la Humanidad.
La Biblia libro sagrado por excelencia,
está repleta de sucesos, que sus narradores describen como divinos, y en
realidad no son más que manifestaciones de fenómenos Psi. Encontramos dentro
del Antiguo Testamento, narraciones como la Separación de las aguas por Moisés.
El rey Saúl, recibe mensajes a través del profeta Samuel. La propia Virgen
recibe la visita de un ángel para anunciarla que va a concebir un hijo.
Posteriormente le toca a su marido,
José, la visita de la divinidad para ser convencido de la virginidad de su
mujer, y que no a sido engañado por otro (adulterio). Y así un sinfín de narraciones de corte divino.
Ya en el Nuevo Testamento, encontramos
que las narraciones siguen las mismas trayectorias, pero esta vez, toda la
fenomenológica Psi. esta centrada a través de la persona de Jesús, siendo él,
el encargado de curar enfermedades, resucitar a los muertos, multiplicar los
panes y los peces, caminar por el agua ante una gran multitud, etc.
En Mesopotamia, se creía en la vida
después de la muerte. Creían en muchos dioses. Sus dioses principales eran el
cielo (han), la tierra (ki) y el agua (enki). De ellos descendían los demás
dioses, que eran más de 50. Cada dios representaba un elemento de la naturaleza
o una profesión. Ninguna persona era considerada un dios.
En
Egipto, la magia y el ocultismo estaban a la orden del día, considerado
como un pueblo sabedor de secretos, llegaban a él de todos los rincones para adquirir
conocimiento y sabiduría. Los egipcios creían que tras la muerte había una
segunda vida. Para conservar los cuerpos de los difuntos para su nueva vida,
los momificaban.
Los antiguos egipcios pensaban que la
suerte del mundo dependía del talante de los dioses. Por consiguiente había que
mantener con ellos las mejores relaciones posibles. Ése era el cometido del
faraón, considerado, a su vez, como un dios en la tierra, como el Horus
viviente, y el único que podía entrar en contacto directo con los dioses en la
intimidad del templo. Cada día ofrecía la comida a la divinidad, y lavaba y
cambiaba la estatua que en la cámara secreta representaba al dios. Éste,
satisfecho con su hijo, le daba toda la vida, fuerza y salud, a cambio de sus
servicios. Así, sólo el faraón podía asegurar la prosperidad de Egipto
prometida por los dioses. Pero no podía
estar presente, en persona, cada día en cada uno de los diversos templos del
Imperio. Por ello, se establecía un turno entre las personalidades de la ciudad
para que se encargaran del servicio divino.
El pueblo Caldeo, practicaba la
Astrología. Eran considerados privilegiadamente por sus facultades
adivinatorias, hasta el punto de que eran nombrados como la raza de los magos y adivinos. No en vano,
un rey Caldeo, Emmenduramma, es considerado como el fundador del arte
adivinatorio. Este pueblo usaba con bastante asiduidad la Oniromancia. Así
mismo, elaboraron tablas astrológicas e inventaron la práctica del Horóscopo.
El
pueblo Chino, utilizaba un método adivinatorio llamado I CHING, que
cuenta con miles de años de antigüedad. También hacían cálculos Astronómicos y
dibujaban el mapa del cielo con sus constelaciones. Otros sistemas de
clarividencia utilizados en China son los posos de té y la tirada de huesos.
En Grecia, se practicaba asiduamente la
magia y el ocultismo. El arte adivinatorio lo ejercían a través de sus famosos
Oráculos, basados en una conversación sostenida entre la divinidad y las
pitonisas. Estos estaban dedicados generalmente al dios Apolo, destacando entre
ellos el de Delos y el de Delfos.
Grandes figuras nacidas en Grecia como Aristóteles practicaban la
Astrología y la Quiromancia,
practica heredada del pueblo
Caldeo.
En Roma, las prácticas mágicas son un
calco directo de la influencia griega, impregnando su religiosidad, llena de
magia y ocultismo, junto con la misteriosa herencia dejada por el pueblo
etrusco. Fundaron colegios augures, que interpretaban el vuelo de las aves.
También en Roma existían oráculos como el de la Sibila de Cuma.
Los
grandes emperadores tenían a su servicio a astrólogos, para que les predijeran
los acontecimientos futuros que les deparaba el destino, mientras el pueblo
llano acudía a los Oráculos.
Ya en nuestros días, encontramos pueblos
antiguos, o mejor dicho pueblos de tradición, dentro del mal llamado Tercer
Mundo. Son muy pocas las tradiciones curativas que han desaparecido. En algunos
casos siguen vivas en los pueblos de tradición, y muchas han sido revividas por
otras culturas y enriquecidas con sus conocimientos.
Entre las que han sobrevivido a la
historia, hay algunas que han reaparecido en el mundo occidental. La
homeopatía, por ejemplo, se remonta a las tradiciones médicas de los magos de
Babilonia, los sabios de China y los sacerdotes de Egipto.
Dando un breve recorrido por ellos nos
encontramos con pueblos que hoy en día mantienen intactas sus tradiciones.
Estos entre otros son:
Los
Tuareg (desierto del Sahara) que se
comunican entre ellos mediante la Telepatía.
Práctica habitual entre ellos debido a las grandes distancias que muchas
veces les separan y lo dificultoso que les resulta a veces cruzar el desierto.
En el Tíbet. los Lamas (monjes) además
de dedicar su vida a la oración y el recogimiento, resultan artífices de
facultades parapsicológicas tales como la telepatía, de la que llegan a ser
auténticos maestros. También utilizan con frecuencia la levitación y los
fenómenos psicotérmicos.
Los Filipinos, curan a través de la
imposición de manos, y ejecutan grandes operaciones con las manos, ó con
simples cuchillos de cocina, realizando verdaderas proezas. Muchas veces
materializan el mal, o mejor dicho extraen ante los ojos del paciente el tumor
o la enfermedad que les atormenta. Estas
operaciones son también llamadas
Cirugías Psíquicas.
Los Apayaos, practican la adivinación.
A través de su Chaman ó Brujo, se ponen
en contacto con los seres invisibles.
En los Andes, concretamente en la Paz
(Bolivia), la ciudad mas alta del mundo, los Chamanes elaboran medicinas. En
sus mercados mágicos, es fácil encontrar cientos de plantas que curan todas las
enfermedades conocidas y otras que también sirven para ahuyentar a los malos
espíritus. Junto con las hierbas nativas como la ayahuasca y el estingo es
posible encontrar marihuana, tabaco, plumas de flamenco y fetos de llama
momificados, esenciales para hacer magia.
Los indios de los Andes ignoran
completamente la anatomía humana, y tampoco tienen noción de la existencia de
gérmenes. Para ellos, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio
provocado por un enemigo, ya sea este un elemento de la naturaleza ó un
hechizo, al que uno debe enfrentarse. La enfermedad buena es la provocada por
Dios y sus elementos naturales, mientras que la enfermedad mala es la causada
por la hechicería.
Los Gitanos, pueblo originario de la
India, concretamente de Rajasthan y de algunas regiones hindúes, son excelentes
adivinos. Practican ceremonias de brujería valiéndose de antiquísimos rituales,
que no sólo tienen su origen en la India, sino que también recogen de todos los
países por los que han pasado. Casi todas las mujeres gitanas, suelen ser
expertas en la lectura de las manos (quiromancia).
Las gentes de la tribu de Namibia (al
sudoeste de África), creen profundamente en el poder de lo sobrenatural, siendo
práctica habitual de ellos, consultar a su Brujo, para saber que es lo que les
depara el destino. El brujo trabaja con un equipo que consta de seis huesos de
pollo, cuatro piedrecillas de colores, y dos trozos pequeños de corteza de
árbol extrañamente esculpidos. Los doce objetos están emparejados
simbólicamente como si fueran hombre y mujer. El más grande de cada pareja es
el hombre.
Para los Derviches Ululantes, cuyos
integrantes son una minoría Kurda , el
trance conduce al devoto a una experiencia mística a la que llega por medio del
dolor auto infligido, experiencia que supone el contacto con lo divino.
Los Derviches son místicos islámicos.
Durante el día, estos hombres llevan una vida normal. Uno de los signos
indicadores de su pertenencia a la sociedad es el pelo largo, que normalmente
ocultan bajo el turbante. Se reúnen para
el culto una vez a la semana y por la noche. Comienzan sus ritos en una
atmósfera cargada de exaltación, provocada por el canto, de los tambores y el continuo girar de sus cabezas, alcanzando
un estado de trance. Una vez en situación y en trance comienzan sus ritos. Unos
atraviesan su abdomen con un espetón (parecido a lo que empleamos para asar),
sin que de su cuerpo salga una sola gota de sangre. Otros apoyan su cuerpo
sobre una espada afilada sin producirse heridas en el cuerpo. Otros se ponen en
pie encima de una espada o sable que sujetan entre otras dos personas, sin que
sus pies se resientan de nada. Otros atraviesan su cara (labios, mejillas, etc.
) con el espetón, sin que de esta brote una sola gota de sangre. Etc.
En Java (Indonesia) el chamanismo
sobrevivió al Islam, pues las gentes rinden culto a las dos religiones por
igual. Los habitantes de la zona aunque son musulmanes, tienen una fe profunda
e inconmovible en el poder absoluto de su chaman. Creen que solamente él puede
desplazarse entre su mundo y el invisible de los espíritus. Los neófitos del
chaman, en un intento por descubrir su unión con la naturaleza, se doblegan a
voluntad del maestro, y durante un período de tiempo, se convierten en animales
salvajes. Están convencidos de que la mente ejerce control sobre el cuerpo,
tanto si la mente es su fuente real como si es sólo una especie de
transformador de las energías procedentes del Cosmos.
En Haití, se practica el Vudú, una
religión que busca lo sagrado. Solo emplea la fuerza cósmica de manera
positiva, y nunca convoca a los Loas con propósitos malignos. A éstos Loas a
los que emplean las fuerzas cósmicas para hacer el bien se les denomina Loas
Rada. Pero hay otros Loas que les gusta el dinero fácil, generado por clientes
que quieren magia negra y emplean las fuerzas cósmicas en hacer el mal. Son los
llamados Loas Petro. En realidad, no hay Loas malos ó buenos, si no que son
utilizados para ejercer la maldad o la bondad.
En Sri Lanka, una vez al año se celebra
un festival de diez días dedicado al dios Kataragama. En su transcurso los
devotos se infligen inusitadas torturas. Durante la celebración sus gentes
embriagadas por los cantos de las danzas y la música empiezan a caer en trance.
Los ojos adquieren un brillo más intenso y las miradas quedan vacías. Los rostros
expresan felicidad. Poseídos, por otra fuerza, preparan la mente para aceptar
el dolor.
Unos se clavan lancetas en las mejillas.
Otros llevan ganchos prendidos en la piel, a la espalda, de los que sale una
cuerda, para que la gente tire de ellos, a la vez que ellos tiran hacia
delante, produciéndose auténticos desgarros en la piel. Otros hombres se ponen
en pie sobre mortales pinchos afilados. Otros son elevados en el aire tirando
de garfios que llevan clavados en la carne.
Hay muchas culturas más, pero esto es un
claro ejemplo de que hay algo en común que mueven a todos los pueblos, o mejor
dicho nos mueven a todos, pues toda la raza humana está involucrada, aunque no
queramos ser conscientes de ello.
Pensamos que los pueblos de tradición
son retrasados, ignorantes que actúan por instinto, carecen de inteligencia y
creen en realidades falsas. Consideramos sus costumbres anticuadas, llenas de
supersticiones de las que nosotros hemos logrado escapar, gracias a nuestra
civilización inteligente.
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