Desde el
principio de los tiempos, el afán del hombre por comprender y controlar las
fuerzas del Universo se ha convertido en una constante en la historia de la
humanidad. Para ello, los seres humanos han creado sistemas de pensamiento de
los que surgieron, en primer lugar la
magia, luego las religiones y,
por ultimo las filosofías sustentadoras de las mismas. En la expresión de esas
formas de pensamiento radica la interpretación del mundo y de las criaturas que
en él habitamos.
El poder de la
magia radica en el conocimiento profundo de las fuerzas de la Naturaleza.
El mago es el portador de dicho saber y
a él le corresponde perpetuarlo a través de las generaciones.
La magia tiene
por objeto dominar ciertos hechos extranaturales cuya génesis parece trascender
las leyes convencionales. Para ello, la practica mágica se fundamenta en las
leyes naturales, es decir, imita a la propia Naturaleza, repitiendo los mismos
actos para que se conviertan en realidad. Dicho procedimiento se basa en la
relación analógica existente entre dos hechos semejantes entre sí, los cuales
generan un proceso de imitación natural
y como consecuencia del mismo produce un fenómeno de mimetismo entre dos
personas o dos cosas similares. Es entonces cuando tiene lugar la denominada
magia simpática.
La magia tiene
como fin el dominio de la Naturaleza y del hombre a través del gesto, de la
palabra y de la mente. Su objetivo es provocar fenómenos predeterminados de
forma causal y no casual.
EL PODER DE LA SANGRE
En los comienzos
de la magia, la sangre se utilizó en rituales ofreciendo en sacrificio a los
dioses un animal o una persona. Los sacrificios con derramamiento de sangre se
incluyeron en los ritos mágicos, como acto traductor de la fuerza vital y
favorecedor del acto mágico en sí. Tras la efusión de sangre del animal
sacrificado se procedía a su ingestión, barnizado o aspersión sobre el objetivo
que se desea propiciar.
El liquido vital
constituye el componente más valioso de los seres que habitan en la Tierra y
por tanto su posesión tiene fuertes connotaciones mágico-simbólicas. La sangre
y su color rojo están ligados con la vida y con la muerte, con el sufrimiento y
el martirio, con el amor y el odio, de ahí que su utilización mágica se
considere un acto de magia roja. De hecho, a nivel psiconeurológico el color
rojo de la sangre provoca una fuerte excitación que se asocia con recuerdos
ancestrales de la historia de la humanidad, desde las pinturas
rupestres del paleolítico hasta las
enseñanzas atávicas impartidas por los bolcheviques desde 1 .917. De hecho, la
historia del hombre ha estado constantemente bañada en sangre a través de
rituales y matanzas humanas.
Toda forma de
magia está basada en las leyes de la Naturaleza. Estos mecanismos naturales han
sido estudiados por especialistas como Freud, Malinowsky, Carvalho-Neto, Jung,
etc., los cuales han elaborado las teorías del proceso mágico. Su fórmula de
funcionamiento es la siguiente:
·
MAGIA SIMPÁTICA: El principio
simpático de la Naturaleza, es el punto de partida de todo el funcionamiento
mágico. Por este procedimiento las cosas interactúan entre sí a distancia, por la propia fuerza de
la Naturaleza, cuya energía, productora del fenómeno mágico. Es conocida por
muchos pueblos indígenas.
·
MAGIA HOMEOPÁTICA: Basada en el principio de semejanza
mimética entre hechos iguales e interrelacionados, consigue que los efectos se
asemejen a las causas por la ley de la imitación y de lugar a la reproducción
de los hechos a distancia. Así, al destruir una imagen que representa a otro
hombre, es posible que el hecho se convierta en realidad (hechicería).
·
MAGIA CONTAGIOSA: Se asienta en
el principio de contacto entre dos objetos, tras haber estado en contacto durante
cierto tiempo y separarse, éstos interactuan recíprocamente entre ellos y a
distancia, como si ambos permanecieran conectados por atracción magnética.
Siguiendo este procedimiento de magia natural, todo lo que se haga sobre un
objeto personal (Vudú) de un individuo,
por contagio le afectará de igual manera.
VOLUNTAD DE PODER
EI hombre
primitivo conocía empíricamente la aplicación práctica de la fuerza del
pensamiento. Lo empezó a utilizar hace 20.000 años a través de las pinturas
rupestres, donde reproducía sus pensamientos y deseos de cacería para que
tornaran realidad a través de la magia mimética. Con el tiempo, el hombre
instrumentó los rituales mágicos y los desarrolló con el objetivo de
convertirse en un ser omnipresente en la Naturaleza y que su voluntad de poder
se cumpliera. Así fue como los hombres de mente más poderosa se convirtieron en
chamanes, hechiceros y posteriormente en magos.
A través de los
rituales mágicos se utilizan mecanismos miméticos que consisten, en reproducir
o modelar figuras (actualmente a través de una foto) emplazadas en un lugar
determinado para que al día siguiente esa persona se halle físicamente en el
mismo lugar. Sí la imagen simbólica se destruye del ritual cargado de intención
mágica, se destruirá también el Objetivo real con la fuerza de la voluntad. Por
eso, en algunas tribus todavía rechazan dejarse fotografiar, porque creen que a
través de su imagen les pueden robar el alma.
La eficacia de la magia se basa en la
voluntad humana de poder influir en la Naturaleza, que se manifiesta como una
fuerza psícoenergética encauzada hacía un objetivo determinado que resulta real
para quien lo experimenta. En realidad es la fuerza del pensamiento, ahora
denominada potencialidad Psi.
Hermes
Trimegistus era una divinidad egipcia que formaba parte de la tradición de la
escuela de magia de Alejandría. Hermes cuyo nombre significa Tres veces grande,
fue sepultado en la gran pirámide de Gizeh. Este mago sostenía que la magia
funciona por la ley natural universal basada en el proverbio (como es arriba es
abajo). Esta es una frase hermética con significado esotérico, religioso y
mágico a la vez. <>
significa que Dios es, el macrocosmos que interacciona con el alma de los seres
vivos. <> es el hombre, es el microcosmos convertido en el
reflejo de la divinidad, el cual está conectado con el Universo por millones de
finas hebras energéticas que nos dan la vida y el impulso para vivir y
desarrollarnos. Por lo tanto, esta hermética frase explica que el ser humano y
su mundo son solo una pequeña parte del Universo infinito.
ORÍGENES DE LA MAGIA
La magia es el
conjunto de artes y métodos antiguos de conocimientos místicos que mediante la
praxis empírica de los mismos ha ido acumulando sabiduría hermética a través
del tiempo, dando lugar, antes de nuestra era, a diversas formas de rituales.
Más tarde, desde mediados del siglo XIX, el nacimiento de la Metapsíquica y la
moda científicista de principios del XX le han dado el nombre de ciencias
ocultas, aunque su etimología genérica correcta es la de ocultismo.
Dentro de estos
conocimientos se engloban todos los del mundo de la magia, los cuales están
conformados por métodos, sistemas, técnicas y artes esotéricos que se han
perpetuado secretamente a través de los tiempos y han dado lugar al ocultismo.
Sí bien no son ciertamente ciencias exactas, si son métodos empíricos que
frecuentemente funcionan con éxito a través de la voluntad, el gesto, la palabra y la mente del hombre.
La magia como
filosofía está conformada esencialmente por el estudio de ciertos hechos extra
naturales, cuya génesis parece transcender las leyes de la Naturaleza. Sin
embargo, la magia como praxis empírica se fundamenta en la denominada magia
simpática. Dicho procedimiento se basa en la relación analógica existente entre
dos hechos semejantes, por ejemplo: Un niño que sufre una determinada
enfermedad es pasado por un hechicero o curandero por debajo de un árbol
supuestamente mágico o santificado, al mismo tiempo le rompen una determinada
rama en un acto mágico de similitud, queriendo representar de esta forma que
también están rompiendo la enfermedad en un claro simbolismo analógico,
mimético y mágico.
Bajo estas
premisas, la magia incluye la manifestación secreta de rituales compuestos de
invocaciones, conjuros y sacrificios destinados a influir en seres y cosas que
nos rodea.
En realidad, el objetivo primordial
de la magia es el de dominar las fuerzas de la Naturaleza y las criaturas que
en ella habitan, provocando que la evolución de los hechos sea siempre causal y
no casual, es decir, propiciados de forma predeterminada a partir de un acto
mágico previo.
La historia
mágica empezó hace más de 50.000 años, cuando el hombre de Neanderthal inició
su viaje a lo desconocido por el vasto mundo en el que vivía. La primigenia
forma de magia nació a través de la mano. Con ella el hombre conseguía
modificar las cosas mas cercanas y pequeñas, y dejó huella de ella como
elemento mágico en las pinturas rupestres encontradas en las cuevas de Europa
Occidental. Son huellas de manos con siluetas coloreadas, algunas incluso con
señales de mutilación Sin embargo, un hecho intrigante lo constituye el que la
mano izquierda (la del corazón) sólo
aparezca pintada de forma de silueta y, en cambio, la derecha tenga un color
uniforme total.
Muchas de estas
pinturas están hechas con un polvo de ocre rojizo, precisamente el mismo que
utilizaban para rociar sus sepulturas y que sin duda constituye el símbolo de
la sangre vivificante, en un claro aporte mágico para facilitar el tránsito
hacia el más allá. En Europa, tenemos muestras patentes de estas pinturas en
las cuevas de Altamira, en España, y en las de Pech-Merle, Lascaux y Les Frois
Frére, en Francia.
Estos mensajes
mágicos siempre se encuentran en el interior de cavernas naturales. Los hombres
primitivos creían que las cavernas o grutas estaban conectadas con las entrañas
de la tierra, en donde se encontraba el alma de la Madre Naturaleza.
Existe arte en
cuevas y rocas de todas partes del mundo. Los ejemplos más conocidos aparecen
en rocas visibles a la luz del día, y muestran figuras humanas ejecutando
tareas domesticas, cazando o pescando; pero el arte rupestre europeo de la
Antigua Edad de Piedra, creado
aproximadamente entre 30.000 y 10.000 a. C., es diferente: con pocas figuras
humanas y con objetos enigmáticos. Sobre todo, está oculto. Aunque los artistas
vivían al alcance de la luz diurna en refugios de roca y entradas de cuevas, su
arte se encuentra, en su mayoría, dentro de oscuras galerías, a menudo muy
profundas. Los sitios elegidos eran usualmente tan inaccesibles que los
pintores debieron de escalar o arrastrarse durante horas para pintar reclinados
sobre los costados en estrechos túneles.
Estas pinturas
están hechas en los techos o en la parte más alta de las grutas, que resultaban
absolutamente inaccesibles para sus autores, con lo que para llevarlas a cabo
debieron de ayudarse de materiales auxiliares, como escaleras o andamios de
algún tipo que les encaramasen hasta allí. Indiscutiblemente ese acto debía
tener un transcendente valor para que descendieran a las profundidades de la tierra
y pintaran sus ritos mágicos a la luz de alguna antorcha, cosas que además
encierra otro misterio, ya que en muchos de estos lugares no se han encontrado
zonas ennegrecidas por el humo de las lamparas de grasa o de sebo.
¿Cómo se iluminaban?
¿Por qué pintaban estos hombres sus
actos mágicos?. Según investigaciones demostradas por el profesor Francois
Bordes, de la Universidad de Burdeos, Francia, el hombre primitivo pintaba como
única forma de comunicación con los elementos sobrenaturales considerados
divinos, y los ejecutaba como un acto mágico analógico. Esas secuencias pintadas
eran y son la reproducción
mágica de sus actos sagrados.
Aunque la naturaleza de aquella
época estaba plagada de animales, lo cierto es que normalmente solo pintaban
bisontes rinocerontes ¿por qué?. Estos
eran sus animales totémicos que tenían cualidades y poderes superiores y mediante
su representación se pretendía conjurar su poder y contrarrestarlo para
vencerlos. A través de estos símbolos mágicos de escenas de cacería se
propiciaba el éxito de la misma.
¿Por
qué eran tan secretas las pinturas? Ya que la mayoría de las imágenes son de
animales, la respuesta obvia es magia, la simple magia imitativa de los
cazadores que creían poder atraer a su presa dibujando su imagen; pero los
animales mostrados no son los que se consumían usualmente en la Edad de Piedra,
a juzgar por los restos de comida, y los objetos que aparecen en las pinturas
no se asemejan a las armas y utensilios hallados en la Edad de Piedra.
Arqueólogos y
antropólogos, como sir Leonard Woolley y Jacquetta Hawkes en su obra History of
Mankind, dejan constancia de que dichas pinturas no se encuentran nunca en
zonas superficiales, sino que están en las cámaras más recónditas y profundas
de las cuevas, pues creen que la pintura rupestre era un complejo arte
religioso que celebraba la fecundidad y la vida. En vez de armas y utensilios,
los objetos pueden ser símbolos sexuales, y las diferentes especies de animales
quizá representan hembras ó machos. En
las cuevas de Altamira, por ejemplo, el bisonte tal vez simboliza la virilidad.
Su ubicación cerca de la entrada de una caverna oscura y baja –asociada en
todas las religiones con el seno materno o la entrada al inframundo- indica un
vinculo con el culto a una diosa o con mitos de la vida después de la muerte.
Otra teoría es
que en esas galerías internas tenia lugar alguna forma de iniciación. Los
iniciados debieron de haber sido entrenados para el ritual en vista de la
dificultad para llegar a las pinturas, la oscuridad y el silencio de las
cavernas, los sentimientos de desorientación y claustrofobia, y los efectos de
luces oscilantes que hacían que los animales, al parecer presentados
bajorrelieve, semejaran moverse.
Sea cual fuere
la verdad sobre el arte de la Edad de Piedra, sin duda las cuevas más decoradas
desempeñaron un papel especial; eran sitios de reunión y centros rituales,
donde los pueblos primitivos intentaron influir en un mundo que consideraban
lleno de espíritus.
LA MAGIA
¿Que es la magia? ¿Cómo funciona?
Según el
antropólogo escocés sir James Frazer, en su obra La rama Dorada, explica
certeramente esta cuestión basándose en
que la magia es la consecuencia de la puesta en marcha y activación de las
leyes de la Naturaleza. En primer lugar, la magia se basa en la explicación de
la ley de similitud entre la causa y el efecto que consiste en que la
representación de un dibujo o escena puede, por defecto imitatívo-mimético,
generar la producción real del mismo hecho. Y segundo lugar se basa en el
principio del contacto entre dos cosas que han estado juntas las cuales
continúan ínfluyéndose incluso después de haberse separado. A partir de este principio
contagioso se entiende que por un proceso de interacción la garra de un animal
tiene en si misma la propiedad del poder y agresividad del animal del que forma
parte.
Estos mecanismos
mágicos se fomentaron y perpetuaron a través del tiempo ante diversas
civilizaciones de distintos continentes. En el IV milenio, los sumerios fueron
los iniciadores de otra forma de magia a través de la palabra, dando origen a
los conjuros y sortilegios. La técnica consistía en repetir incesantemente palabras a las que omitían ciertas letras
hasta lograr “la palabra de la fuerza”.
De esa época proviene la frase mágica «ABRADA KE DABRA» que fue encontrada
grabada en una tablilla sumeria y que significa «muere como la palabra». Esta
misma palabra mágica transcendió en el tiempo y ya en los primeros siglos de
nuestra era, en la época romana, volvemos a encontrarla escrita como
«ABRACADABRA», y así es como se ha perpetuado hasta nuestros días.
Los
sumerios y sus sucesores los asirios y
los babilonios, practicaban estos principios mágicos que fueron integrados en
rituales mistéricos en el siglo V, los cuales, según narra Plinio el
Viejo, se celebran en Egipto, en Grecia
y en Roma. El pensamiento mágico analógico del hombre creó una serie de
rituales mistéricos con la finalidad de entrar en contacto con los dioses, con
lo sagrado, mediante la manipulación de los propios elementos de la Naturaleza
y también del cuerpo humano. Durante la celebración de estos ritos el hombre
aprendió a profundizar en su conciencia y a alterar su organismo mediante la
ingestión de pócimas compuestas de productos euforízantes naturales, que
combinados con la repetición sistemática de cánticos y bailes le sumergían en
estados de autotrance. Bajo ese estado,
el hombre vivía una serie de
fenómenos extraordinarios de
interiorización de la
conciencia que le abstraían de la
realidad y le facilitaban el contacto con los dioses, hecho que le permitía
visualizar y predecir el destino.
La magia tiene
poder para experimentar y comprender cosas inaccesibles a la razón humana. Por
que la magia es un gran saber secreto, como la razón una gran locura pública.
Paracélso (1.493-1541)
Ello es así
porque desde su origen el hombre ha querido controlar las fuerzas invisibles
del Universo, con el tiempo, nació el conocimiento y los hombres idearon y
aplicaron nuevos métodos mágicos basados en un sistema de creencias
filosófico-esotéricas adquiridas por conocimientos empíricos a partir de la
observación y la experimentación. De esa forma, el hombre fue conociendo las
pautas de la existencia y profundizando en los secretos del mundo en el que
vivía buscando los principios fundamentales que rigen las leyes del mundo para,
a través de ellos, alcanzar la sabiduría. Aquellos que los consiguieron fueron
elevados a la categoría de magos.
DOGMAS
La magia se basa
en el conocimiento y control de las leyes fundamentales de la naturaleza,
reproduciendo en el microcosmos terrenal el funcionamiento del macrocosmos
universal en el que está inmerso el ser humano. Según el saber mágico, todas
las leyes del mundo funcionan en términos de posición y oposición y tienen su
correspondencia directa en el pensamiento y en los actos del hombre. Los magos,
los sabios y los iniciados, al conocer el mecanismo del conocimiento secreto de
la magia, lo que les convierte en elementos valiosisimos por ser estimuladores
de la energía y liberadores de las fuerzas ocultas de la naturaleza al
activarlas en beneficio del ser humano.
Tales sistemas de magia empírica fueron
desarrollándose a lo largo de los siglos. Nació la práxís de la magia
ritualistica como elemento acumulador de energías ocultas, foco potenciador de la manifestación de las
fuerzas mágicas. A consecuencia de ello,
la magia ritual floreció junto a los magos en toda
la Europa del Renacimiento. En la región más oriental del Mediterráneo
aparecieron grandes personajes que demostraron poseer dotes excepcionales a
partir, únicamente con el poder de la fuerza interna.
SIMÓN EL MAGO
Según cuenta el
Nuevo Testamento en los hechos de los apóstoles, en Samaria vivía un hombre
poderoso llamado Simón y a podado «el
mago». Representaba la fuerza suprema del Universo y era considerado como un
auténtico Dios, por eso también le llamaron Simón el Grande. Este mago era
capaz de hacer invisibles a persona y animales, obligarles a atravesar muros de
piedra traspasar el fuego sin quemarse, hacerles volar por el aíre y
transformar personas en animales. ¿Realidad o sugestión?.
Era tanto el poder mágico de Simón,
que tras haber sido condenado a muerte por el emperador Nerón no pudieron
acabar con él. Primero sobrevivió, milagrosamente, a su decapitación y más
tarde se convirtió en el gran mago de la corte imperial romana. Cuentan las
crónicas que sus enemigos pudieron acabar con él gracias a la intervención de
los poderes sobrenaturales del mismísimo Dios. Durante un duelo mágico que
sostenía contra el apóstol Pedro, en el que Simón el mago estaba levitando, el
apóstol oró tan fervientemente a Dios que éste hizo que se cayera del aire y se
precipitara contra el suelo.
En realidad,
poco se sabe con certeza de los prodigios reales de Simón el mago, llamado
Simón Magus, identificado también como Simón el Gnóstico. Era cabeza visible de
una secta de cristianos herejes que practicaba las artes mágicas como camino de
salvación del espíritu. Por tales creencias los primeros padres del
Cristianismo le atacaron y destruyeron sus grimorios mágicos por considerarlos
textos heréticos. Por ello nunca se conocerán sus enseñanzas aunque su obra
intelectual gnóstica transcendió como sistema filosófico esotérico de raíces
paganas procedentes de Oriente y consistente en el arte de la hechicería y la
numerología hermética.
LOS SECRETOS DE LA CÁBALA
El judaísmo basó
su cuerpo mágico de creencias en el saber esotérico de la Cábala que era
seguramente el pensamiento místico más antiguo del mundo y el instrumento revelador de la
sabiduría que encierra la palabra de Dios
por medio de la posibilidad que existe de descubrir los secretos de la
vida. En hebreo, el término cábala significa <> o <>, que abre
el camino hacia el conocimiento de Dios y revela los
misterios del Universo y de la vida.
La forma de
misticismo esotérico expuesto en la cábala se remonta a la época de Jesús o
quizás incluso antes. Su hermetismo compacto se ha mantenido inalterable
durante siglos a través de la tradición oral de sus practicantes judíos, ya que
en realidad no existe un texto cabalístico único que contenga la globalídad de
todas sus enseñanzas. Sus más importantes grimorios los constituyen textos
escritos entre los siglos II y VI de nuestra era, como el Libro de la Creación.
Asimismo aparecen escritos del siglo XIII, atribuidos al cabalista español
Moisés de León, que forman parte del
libro Esplendor.
El sistema de
praxis mágica cabalística se basa en el estudio del ritual a través del cual se
abre la vía mística de comunicación con el mundo espiritual. Su eje central se
encuentra en la interpretación de un diagrama llamado el Árbol de la Vida compuesto de 10 emanaciones surgidas del
propio Dios y mediante las cuales se expresa la <>, que
constituye la ciencia secreta de los números. La numerología permite al hombre efectuar todo tipo de
interpretaciones esotéricas sobre su existencia.
La cábala existe
en la actualidad como forma de conocimiento secreto de interacción entre dos
facetas del mismo Dios, que se manifiestan de manera dual. En la cábala reside,
la sabiduría esotérica de Dios. Al hombre le corresponde saber interpretarla y
manifestarla.
EL SECRETO DE LA NUMEROLOGÍA
Todos los seres
humanos estamos sujetos a la ley de progresión númerologica cósmica que marca
los ciclos de la vida en la tierra. Los números en sí mismos son elementos
aritméticos abstractos, expresados mediante dígitos diferentes y su valor
representa una carga simbólica determinada que afecta por expansión a los seres
humanos relacionados con ellos. Existen dos formas de interpretación de la
simbología de los números, una es la numerología pitagórica, procedente de la
tradición griega, y la otra es la numerología onomántica, que previene de la
gematría hebrea. Dos sistemas diferentes de analizar la numerología y sin
embargo ambos determinan la influencia de los números sobre las personas. Todo
el mundo tiene su número particular que va del 1 al 9, las demás cifras
compuestas de dos o más dígitos siempre son derivados múltiples, triples,
quíntuples, etc. del número que le corresponda, derivando en un solo dígito.
La numerología
es un método esotérico que muestra la correspondencia de los números del 1 al 9
y los nombres y fechas de nacimientos, por eso tiene un valor significativo
dentro del ocultismo y su utilización es un complemento indispensable en la
astrología y en la cartomancia. Los números son síntesis abstractas de los
condicionantes cósmicos y ello se evidencia en el carácter y la personalidad
que manifiesta en individuo. Cada número lleva implícito todo tipo de
tendencias que de una forma subconsciente se manifiesta en el ser humano.
La numerología
pitagórica se remonta a la comunidad que fundó Pitágoras en la colonia griega
de Crotana, en el año 530 a.C. En ella se dedicaba al estudio de la astronomía,
las matemáticas, la geometría y a la investigación de las vibraciones y longitud
de onda que producían los distintos instrumentos de música, llegando a
establecer relaciones y a representarlas en términos simples de números
enteros.
Pitágoras
descubrió la clave numerologica del Universo, cuyo movimiento es armónico
(afirmaban oír el sonido celeste, la música de las esferas), el cual se
circunscribe a cuatro números diferentes que pueden ser expresados y
comprendidos en términos geométricos.
En el campo de la aplicación práctica
la numerología pitagórica tiene su correspondencia en le valor de la fecha de
nacimiento de una persona de donde se extrae el número personal. Una vez
obtenido el número personal del resultado de la suma de todas las cifras de la
fecha de nacimiento se debe considerar éste como el número personal e
individual.
Cada número, del 1 al 9, representa unos
determinados valores caracterológicos que son aplicables a cada persona de
forma individual.
1 Corresponde
al pionero y se caracteriza por el individualismo.
2 Es
el diplomático y se caracteriza por la duplicidad que en todos los campos puede
ejercer la persona.
3 Corresponde
al artista y se caracteriza por la duplicidad que en todos los campos puede
ejercer la persona.
4 Es
el científico y se caracteriza por ser una persona detallista.
5 Corresponde
al viajero y se caracteriza por tener excelentes dotes de relaciones públicas.
6 Es
el profesor y se caracteriza por ser el concejal, el funcionario, una persona
responsable.
7 Corresponde
al filósofo y se caracteriza por su capacidad de influir mentalmente en los
demás.
8 Es
el banquero y se caracteriza por ser el estadista, el ejecutivo.
9 Corresponde
al espiritual y se caracteriza por su altruismo social.
NUMEROLOGÍA ONOMÁNTICA
La numerología
onomántíca es otro método basado en la tradición hebraica consistente en
representar con números las distintas letras del alfabeto hebreo. Es una forma
de conocimiento esotérico heredado de la antigua gematría, que era el arte que
tenían los judíos de convertir las
letras que formaban los nombres, en su equivalente en números. Esta disciplina
sostiene la tesis de que la suma del valor de todas las letras que componen un
nombre da por resultado un número determinado, el cual representa la verdadera
esencia de la vida que a cada persona le corresponde vivir.
La numerología
es personal e intransferible, por que cada numero vincula al mismo la
personalidad del individuo y por lo tanto esta relacionado con su nombre de
pila, y sus apellidos. Cualquier nombre, al ser pronunciado, genera una
cantidad determinada de frecuencias sónicas que producen vibraciones armoniosas
e infieren en el éter, a través del cual se transmite por el espacio influyendo
la psiquis del interlocutor de una forma determinada. Según sea la cantidad o
potencia y calidad o claridad de la
longitud de frecuencia emitida, las vibraciones pueden influir positivamente o
negativamente sobre el individuo y atraer hacia él la buena o mala suerte.
La existencia de
las vibraciones que generan la emisión de ondas acústicas ha sido ampliamente
investigada por los físicos y aunque dicha energía es invisible al ojo humano
(como la electricidad) existe, y su
manifestación se puede constatar perfectamente. No puede producirse nunca la
misma intensidad ni calidad de frecuencia vibratoria al pronunciar la letra O
que al pronunciar la letra A, tal como lo demuestra la fonética. Por este
motivo se clasificaron todas las letras del alfabeto de todos los idiomas,
otorgándoles una determinada valoración numerológica. Del resultado de esta
evaluación surge el número de la suerte. Secundariamente, se pueden obtener los
números del corazón y de la personalidad.
Por ello, el
llamado número de la suerte no puede ser el mismo para todo el mundo, cada uno
tiene el suyo propio, aunque muchísimas personas coinciden en el mismo número.
COLORES MÁGICOS
Las ondas de
Vibración o energia se extienden en el espacio como luz y sonido (7 colores, 7 notas).
Por encima de estos
siete colores u ondas mágicas de vibración, existen dos grupos dobles, que hoy
por hoy están fuera de nuestro conocimiento. Estos son los colores negro y
blanco por un lado, y tonos dorado y plateado por otro.
Para su mejor
comprensión básica, el hombre ha entendido cada proceso mágico como
perteneciendo a una gama de coloración o tipo de uso definidos.
Estos son:
COLORACIONES MÁXIMAS
• Magia
Blanca: Actúa por inclusión y empatía (amor).
• Magia
Negra: Actúa por exclusión y antipatía (odio).
TONOS MÁXIMOS
• Magia
Dorada: No factible de usar por el hombre.
• Magia
Plateada: No factible de usar por el hombre.
.
COLORES MAYORES
• Magia
Amarilla: Facilita el poder y la autoconvicción.
• Magia
Rosa: Facilita la felicidad y la dicha física.
• Magia
Naranja: Facilita la meditación y la concentración
• Magia
Roja: Facilita la pasión y el sentimiento.
• Magia
Verde: Facilita el descanso y la curación física.
• Magia
Azul: Facilita la armonía sentimental y espiritual.
• Magia
Violeta: Procura la sanación espiritual y colectiva.
El
mundo de la magia no siempre estuvo formado por gentes heterodoxas o de
condición herética pues tanto al principio de su historia como a lo largo de
ella la magia se mezcló con la religión y los prodigios mágicos se fundieron
con los milagros, llegando al extremo de no saber distinguir entre unos y
otros, a no ser por conceptos puramente filosóficos, y a que los fenómenos eran
prácticamente los mismos.
Lo cierto es que
muchas personas religiosas poseían poderes mágicos y los utilizaban
conscientemente o inconscientemente. Sus facultades extraordinarias no fueron
muy bien vistas por la Iglesia, sin embargo algunos de ellos, tras su muerte,
fueron considerados personas santas y sus prodigios auténticos milagros.
Conozcamos a unos cuantos magos.
EL FRAILE VOLADOR
En el siglo XVII
apareció en Italia Giuseppe Desa. Se trataba de un humilde clérigo franciscano
que poseía poderes extraordinarios y que efectuaba los más sorprendentes y
misteriosos prodigios, totalmente inexplicados en su época. Entraba fácilmente
en trance y permanecía largos espacios de tiempo en estado de éxtasis, alelado,
ausente de la realidad, como sí interiormente permaneciera conectado con otro
mundo, por ello le apodaron boca
abierta. Los hechos mágicos ocurrían de repente, mientras fray Giuseppe estaba
celebrando la misa. El fraile fue investigado por la Inquisición bajo la sospecha
de que efectuaba pactos con el Diablo, ya que se decía que algo raro se
producía en relación con él. No pudieron probar nada contra su persona hasta
que se evidenciaron públicamente sus prodigios mágicos.
El poder
sobrenatural del fraile estalló públicamente cuando en la iglesia de Nápoles
demostró que mientras rezaba podía levitar y también traspasaba con su cuerpo
las velas encendidas sin quemarse. Repitió dichos actos mágicos en presencia
del papa Urbano VIII, adonde fue llevado por la fuerza. El fraile utilizó sus
poderes para practicar otros actos de magia blanca ante numerosos testigos,
incluso ante la realeza. No le pudieron encontrar nada maligno y cuando fray
Giuseppe murió, su espíritu fue visto abandonando su cuerpo físico ascendiendo
por los aíres, cosa que al cabo de los años le valió para ser elevado a la
categoría de santo convirtiéndose en el misterioso San José de Copertino.
SAINT-GERMAIN
En Francia, a
mediados de siglo XVIII, apareció un misterioso personaje, mago y alquimista
conocido como el conde de Saint-Germain. Se decía que era miembro de la orden
de la Rosa Cruz y debido a los extraordinarios prodigios mágicos que se le
atribuían se introdujo rápidamente en la corte del rey Luis XV. Lo absolutamente increíble de este personaje
es que era inmortal. Se jactaba de haber vívido desde la prehistoria,
demostrándolo con las informaciones veraces que suministraba de cualquier
época. Aseguraba haber conocido personalmente a la reina Saba en Babilonia. Mas
tarde se supo que Saint-Germain era un
ocultista que poseía extraordinarios conocimientos alquímicos que utilizaba
para trasmutar la plata en monedas de oro, que regalaba sin ninguna precaución.
Al parecer, Saint-Germain había
descubierto el secreto de la piedra filosofal de la vida, que aplicaba en los
metales y sobre sí mismo. Sólo así se podía explicar su larga longevidad y su
apariencia tan joven, pues mientras pasaba el tiempo y todos envejecían a su
alrededor, él se mantenía joven y su piel era cada vez más lozana.
Nadie conocía su
residencia fija y mucho menos la ubicación de su laboratorio alquímico secreto.
Así, al caer la noche, el conde de Saint-Germain desaparecía misteriosamente, a
veces durante largos períodos de tiempo que, mas tarde, él mismo reconocía que
utilizaba para rejuvenecerse a través de un complejo proceso de regeneración
que nunca fue desvelado.
Con el paso del
tiempo y como el resto de los mortales, se supone que murió.
Nadie le vio
morir, de hecho desapareció y nuevamente fue visto vivo por algunos de sus
contemporáneos mas jóvenes que no podían dar crédito a su propia vivencia.
Existen numerosos testimonios de personas que aseguraban haber visto y hablado
con el conde de Saint-Germain incluso doscientos años después de su presunta
muerte y, por supuesto, se mantenía tan joven como siempre. Llegó un día en que
Saint-Germain anunció que se marchaba a Oriente y desapareció para siempre.
Hoy, se asegura que sigue vivo, con buena salud y eternamente joven residiendo
en el Tíbet.
EL CONDE DE CAGLIOSTRO
Alessandro di
Cagliostro (1.743-1.795) fue un gran
mago italiano cuyo verdadero nombre era Giuseppe Balsamo. Este hombre era un
hábil alquimista que aprendió del maestro griego Althotas y de las artes de la
magia practicada en el cercano oriente, donde vivió varios años con los
sacerdotes egipcios que le introdujeron en el secreto de las pirámides. Al
volver a Europa se casó con una muchacha noble convirtiéndose así en el conde
de Cagliostro.
Fundó el
movimiento esotérico conocido como Masonería Egipcia, basado en los
conocimientos escritos en un antiguo manuscrito de esa rama de la masonería a
la que tuvo acceso en Londres y que se supo descifrar. Más tarde, se convirtió
en el sumo sacerdote de la orden, momento en el que empezaron a llamarle con el
sobrenombre de «Gran Copto». Liberalizó las normas de la masonería en cuanto a
la participación activa de la mujer en la alta magia, admitió por primera vez
como miembros de derecho a mujeres y a personas de creencias y confesiones
religiosas diferentes. Los miembros de la Masonería Egipcia practicaban ritos
mágicos secretos que celebraban totalmente desnudos ya que ese esel único
atuendo posible para recibir la verdad. La práctica rígida de la alta magia
observando las normas establecidas posibilitaba alcanzar los 5.557 años de
vida.
Cagliostro y su
esposa la condesa Lorena (que dirigía la sección femenina), se convirtieron en
los grandes magos de la alta sociedad y de las cortes reales europeas y se
enriquecieron con la magia. También tuvieron algún que otro susto pues en
Francia Cagliostro tuvo que pasar una larga temporada en la prisión de la
Bastilla y en Italia por hacer competencia a la religión, fue detenido por la
Inquisición juzgado por hereje y hechicero y condenado a muerte. Sus
influencias consiguieron conmutar la pena capital por la de cadena perpetua.
Por su parte Lorena fue encerrada en un convento.
ELIPHAS LÉVI
Eliphas
Lévi (1.810-1.875), cuyo verdadero
nombre era Alhonse Louis Cosntantera,
vivió en el siglo XIX. Era un brillante seminarista que antes de ser ordenado
sacerdote fue expulsado del seminario parisino de San Sulpicio por practicar
<> que nunca fueron públicamente desveladas. Su
filosofía consistía en intentar conciliar la fe cristiana con las fuerzas
mágicas, cambiando las plegarias de las súplicas a Dios por las imposiciones
conjuradas de la magia. Naturalmente eso era una subversión de la filosofía del
catolicismo.
Eliphas Lévi era
un personaje de figura estrafalaria pero de mente brillante y de extraordinaria
imaginación y creatividad. Cuando estuvo al margen de la religión Católica
militó en actividades culturales esotéricas siendo miembro de diversas órdenes
herméticas. Dedicó toda su vida al estudio (con profundidad) del ocultismo y
llegó a convertirse en un auténtico maestro intelectual de la magia. Él fue el
primero en advertir la correspondencia existente entre el milenario libro
gráfico de los símbolos mágicos es decir las cartas del Tarot, y las enseñanzas
cabalísticas. A mitad del siglo XIX escribió el gran grimorio iniciático por
excelencia: Dogma y Ritual de la Alta Magia, cuyo texto constituye una
brillante síntesis de todas las doctrinas mágicas existentes.
Eliphas Lévi,
era sobre todo, un teórico de la magia. No obstante se sabe de él que llegó a
materializar la figura de Apolonio de Tiana una entidad delgada y melancólica
envuelta de pies a cabeza con una especia de sudario gris, que correspondía a
una manifestación fantasmogénica. Aunque efectuó el prodigio espectral no
explicó las leyes físicas del proceso que había seguido para conseguir la
materialización.
DR. PAPUS
Prestigioso
ocultista español, nacido en La Coruña
(1.865-1.916) de formación
intelectual y doctorado en medicina en París, fue conocido por el seudónimo de
Dr. Papus aunque su verdadero nombre era Gerardo Encausse, de padre francés y
madre española. En la capital francesa tomó contacto con las enseñanzas de
Eliphias Lévi, estudió cábala numérica con Lacuría, doctrina de la síntesis
aplicada a la ciencia con Wronski, y fue
miembro activo de la Sociedad Teosófica.
En Francia fundó
el Grupo Independiente de Estudios Esotéricos del que surgió la Facultad de
Ciencias Herméticas. Posteriormente se relacionó con la masonería y con algunos
rosacruces. Fue muy amigo del marqués Estanislao de Guaita, fundador de la
Orden Cabalística de la Rosa Cruz, de la que llegó a ser jefe supremo a la
muerte del maestro fundador. Escribió importantes obras iniciátícas de diversas
ramas del ocultismo, como tratados de embrujamiento, artes adivinatorias,
quiromancia, reencarnación, ciencias ocultas, métodos de magia práctica y los
secretos del Tarot, entre otras.
El Dr. Papus fue
un mago racional por su condición de hombre de ciencia. Sacrificó su vida por
el estudio y difusión de la magia y por la medicina ya que murió en acto de
servicio médico durante la I Guerra Mundial tras haber contraído una enfermedad
contagiosa en el hospital de campaña donde ejercía su profesión y en el que,
por uno u otro método (magia o ciencia), logró salvar a muchos seres humanos.
EL MAGO MERLÍN
Entre los
druidas sobresalió en el siglo VI el legendario mago Merlín, que según la
tradición era un bardo galés que efectuaba portentosas hazañas mágicas en la
corte del rey Arturo. Merlín es un
personaje medio mítico, entre lo fantástico y lo real, que logró impulsar la
creencia generalizada en los actos mágicos.
A Merlín se le atribuye ser uno de
los sumo sacerdotes oficiantes en los ritos que se celebraban en Stonehenge.
EL MAGO NEGRO
Un personaje
carismático de la magia medieval, por encarnar en sí mismo la personalidad y
los temibles poderes del gran mago por excelencia, fue el alemán Johann Fausto
(1.491-1.540), doctorado en física. Un personaje cuyo verdadero nombre era
Johann ó Gerg Faust de Heidelberg, y a quien se le atribuyen prácticas de magia
negra en las que vendió su alma al Diablo a cambio de convertirse en el hombre
más poderoso de la tierra. Fausto fue llamado el Príncipe de los Nigromantes.
Nadie pudo explicar
satisfactoriamente por que el temido Fausto desprendía ese influjo de
malignidad. Se aseguro incluso que su persona llegaba a desprender olor a
azufre, y lo cierto es que personajes relevantes de la época como Lutero, creían ciertamente que Fausto establecía pactos con el Diablo,
creencia que el mago nunca desmintió. Se valía de todas las fuerzas naturales y
sobrenaturales de su deseo de conocer y dominar lo oculto, y al parecer lo
consiguió, ya que mediante la práctica de la magia lograba maleficiar animales
y personas, de cuyas casas salían volando las cosas, y las cosechas eran
asoladas de forma inexplicable.
JOHN
DEE
Otro gran mago
del siglo XVI fue el inglés John Dee (1527-1608). De formación universitaria
obtenida en Cambridge, Lovania y París,
se convirtió en el astrólogo oficial de la familia real inglesa
dedicándose a vaticinar el futuro de la reina María Tudor conocida por
<>. Por culpa de ciertos vaticinios que no fueron
del agrado de la reina estuvo a punto de perder la vida. Más tarde, fue el
astrólogo de la reina Isabel (hermana y sucesora de María) quien tenía plena confianza en él, hasta el punto
de que llegó a elegir la fecha de su coronación a partir de la astrología.
John Dee se
dedicó también al estudio de la cábala y de las matemáticas. Se dice que, como
nigromante que era, hacia hablar a los muertos y se comunicaba con los ángeles.
Por ello fue perseguido y atrapado por la Inquisición, pero su condición de
mago real le salvó de la hoguera. Al final de su vida, llegó a reunir en su
casa una biblioteca de más de 4.000 volúmenes cuando en Cambridge, por ejemplo,
sólo disponían de 451 libros.
El conocimiento
mágico se extendió entre los pueblos bárbaros del centro de Europa y se impulso
en los enclaves de los pueblos celtas británicos, donde ya florecía un antiguo
sistema de creencias que se denominaba druismo. Los druidas practicaban una
forma de magia muy primitiva de adoración a los elementos de la naturaleza,
como árboles, fuentes, cuevas, etc. Su magia consistía en adorar y conjurar a
la Naturaleza, con el propósito de establecer una relación con el espíritu del
mundo y tras, contactar con él, liberar las fuerzas acumuladas en la tierra
poseedoras de la totalidad del potencial energético del mundo.
A principios del
siglo XVIII, los grandes magos empezaron a perder los escrúpulos y surgieron
una serie de grimorios que contenían las enseñanzas esenciales de la antigua
tradición mágica como Clavícula de Salomón, Filosofía Secreta, Lemegeton, etc.,
en donde, se prodigaban conocimientos ocultistas sobre rituales mágicos basados
en triángulos, círculos y pentáculos, fabricación de amuletos y talismanes,
conjuros, etc., Muchos de ellos basados en la invocación a entidades diabólicas
y malignas.
Esos libros
esotéricos, donde se podía aprender la práctica del ocultismo, tenían como
finalidad lograr una mayor concentración de poderes mágicos radicados en la
fuerza del mago. Para ello se utilizaban diversos utensilios mágicos
debidamente sacralizados por los rituales de la alta magia, como báculos,
espadas, cuchillos, copones, túnicas,
objetos simbólicos, recipientes anillos, velas, etc. Todo ello con la intención
de conjurar las fuerzas de los cuatro elementos de la Naturaleza unidas en un
núcleo de energía mágica para actuar infiriendo en cualquier manifestación de
vida.
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