Teleplastias

     Un gran fenómenos tele plástico, que causó gran impacto en el mundo, tuvo lugar a partir de 1.971 en la localidad de Bélmez de la Moraleda, en Jaén (España). En la casa del matrimonio Pereira, situada en la calle Rodríguez Acosta número 5 (hoy calle de las caras), aparecieron en el suelo de la cocina unos rostros tele plásticos de mirada inquietante. La primera cara fue destruida, pero luego surgieron otras nuevas sobre la superficie gris del cemento, dando lugar al más largo y complejo fenómeno tele plástico de la historia.

     En el proceso de estudio de las caras de Bélmez intervinieron el profesor Germán de Argumosa, el Dr. Hans Bender, una comisión de investigación de la Sociedad Española de Parapsicología, presidida por el psicólogo José Luis Jordán Peña y el presidente de la Asociación Jienense de Parapsicología José Martínez Romero (autor del libro las caras de Bélmez), entre otros grupos científicos de investigación.

     Algunos especialistas determinaron que las Teleplastias eran auténticas.

     Otros, sin embargo, hallaron elementos químicos fraudulentos que falseaban el fenómeno. Después de transcurrido mucho tiempo, incluso tras desaparecer algunos de los primeros implicados, las misteriosas caras siguen apareciendo en el suelo de la casa y además se extiende por las paredes.

     La casuística de los rostros aparecidos en Bélmez indica que su manifestación se vincula sistemáticamente con la presencia en la casa del agente inductor de las mismas, que en este caso es María Gómez (la dueña de la casa), aumentando o disminuyendo la exteriorización de las apariciones según el estado de alteración psicoemotiva que ella experimente. Cuando su marido cayó gravemente enfermo, o bien cuando ella tuvo que ser ingresada en un hospital por graves alteraciones, la manifestación de la teleplastia se intensificó y surgieron más rostros, con rasgos más graves y de mayor intensidad. En la actualidad, las tele plastias verdaderas siguen manifestándose (no las falsas que también las hubo y así se demostró) en forma de imágenes latentes y además de manera activa.