Bob Lazar trabajó con ovnis en el Área 51, contó la verdad sobre
los extraterrestres y sufrió las consecuencias.
Robert Scott Lazar o Bob Lazar (Coral Gables Florida, 26 de
enero de 1959) es una persona que asegura haber trabajado desde 1988 hasta 1989
como un físico en una zona militar llamada S-4 (Sector Cuatro), situada cerca
de Groom Lake (Nevada). Según Lazar, las instalaciones de S-4 se utilizaban
como una localización militar remota y oculta para el estudio de ingeniería
inversa en naves extraterrestres.
A unos 190 km al noroeste de Las Vegas, en el desierto de Nevada, los mapas oficiales se quedan en blanco. Es una zona con caminos, arroyos, montañas, edificios, y una pista de 9,5 km, pero sobre el papel no existe. Es como si hubiese cesado toda actividad humana en un área tan grande como Suiza.
El acceso está totalmente prohibido. Los carteles advierten: “Está autorizado el uso de armas letales”. Su espacio aéreo es el más inviolable de Estados Unidos. Se trata del Polígono de Tiro y de Pruebas Nucleares de Nellis, llamado comúnmente Área 51.
¿Tecnología
Alienígena?
Fundada en 1954 como una base secreta donde la Lockheed
Aircraft Corporation pudiese desarrollar aviones espía para la CIA, el Área 51
sigue siendo la sede de algunos de los proyectos más revolucionarios de EE UU.
Allí se probó el bombardero “stealth” Northrop B-2, además de una serie de
aviones nada convencionales. Siempre ha sido objeto del máximo secreto -las
Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (USAF) no admitieron su existencia hasta
1994-, ya que representa lo último en tecnología militar. El único problema,
según algunos investigadores, es que ni la tecnología ni las técnicas son
estadounidenses: provienen del espacio exterior.
Desde que se estableció el Área 51 varias personas
declararon haber visto objetos extraños sobrevolando su espacio aéreo, pero las
autoridades negaron los hechos. Sin embargo, uno de sus propios hombres declaró
que por los cielos del Área 51 no sólo circulaban ovnis, sino que la USAF
utilizaba activamente tecnología alienígena.
Se dice que al caer la noche en el Área 51, empieza una
actividad frenética y extrañas aeronaves sobrevuelan la base secreta.
Robert “Bob” Lazar, que trabajó cinco meses en la base a
partir de diciembre de 1988, hizo unas manifestaciones por televisión en mayo
de 1989. Identificado como “Dennis” -su silueta aparecía a contraluz y su voz
fue distorsionada electrónicamente- reveló que el Gobierno de EE UU estaba
investigando nueve platillos voladores e intentaba adaptar la tecnología
alienígena a sus propios fines. Añadió que tanto él como su mujer habían
recibido varias amenazas de muerte.
En noviembre, decidió aparecer públicamente para evitar
mayores riesgos. Describió un lugar secreto, conocido como S-4, cercano al lago
Papoose, en el interior del Área 51, donde se guardaban las naves alienígenas.
Explicó que él formaba parte de un equipo de 22 ingenieros contratados para
investigar los sistemas de propulsión de los platillos.
En el Interior del
S-4
Según lazar, el S-4 era un enorme complejo subterráneo que
ocupaba toda una cordillera montañosa. Al principio, pensó que estaba
trabajando con tecnología altamente sofisticada creada por el hombre, pero
cuando entró en uno de los platillos se convenció de que era de otro mundo
porque tanto su forma como sus dimensiones no parecían haber sido concebidas
por humanos.
No tenía junturas aparentes, nada de soldaduras, ni pernos o
remaches -dijo lazar Los bordes de todos los elementos eran redondos y suaves,
como si estuviesen hechos con cera caliente sometida a un rápido proceso de
enfriamiento. Según el testimonio, había troneras, arcos y delgadas sillas de
sólo 30 cm de altura. Su unidad de propulsión era un objeto no mayor que una
pelota de béisbol, que irradiaba un campo antigravitatorio
a través de una columna hueca, emplazada verticalmente en el centro de la
nave.
Lazar tuvo acceso a un memorando que confirmó sus sospechas.
Había una cantidad impresionante de información sobre ovnis, incluso
fotografías de autopsias de pequeños seres grises con grandes cabezas calvas.
Se afirmaba que los alienígenas procedían de la galaxia Zeta Reticuli y se
citaba un incidente, ocurrido en 1979, en el que los alienígenas mataron a
varios guardias y científicos de la base. Todo ello le convenció de que estaba
trabajando en una nave alienígena, creada por mentes alienígenas con materiales
alienígenas.
Él nunca afirmó categóricamente que viera alienígenas en el
S-4, pero sí vio algo extraño. Andando por un pasillo pudo observar, a través
de una puerta entreabierta, a dos hombres con batas blancas mirando hacia abajo
y hablando a algo pequeño con brazos largos. Sólo fue un vistazo rápido, pero
no sé qué podía ser aquello, dijo lazar.
Valorando las Pruebas
Son afirmaciones increíbles. Ahora bien, ¿estaba lazar
adaptando a sus propios fines los lugares comunes de platillos voladores y
hombrecillos grises o su historia prueba que son auténticos?
Según George Knapp, que entrevistó a lazar en la televisión,
más de una docena de personas han aportado desde entonces datos que parecen
apoyar las afirmaciones de lazar Tiene en su poder la grabación en video de un
testimonio que estuvo a cargo de importantes planes militares. Asegura que las
autoridades conocen la tecnología alienígena y han tenido en su poder a
alienígenas desde los años cincuenta. Sin embargo, el video no será emitido
públicamente mientras ese hombre esté vivo, ya que todos los testigos quieren
permanecer en el anonimato por temor a las consecuencias.
Amenazas de Muerte
Otro periodista que investigaba el Área 51 abandonó por
miedo a las represalias. Un ingeniero electrónico dijo que había visto un
platillo volante y estaba dispuesto a declararlo en un programa de televisión.
Se echó atrás al percatarse de que era vigilado. Otro testigo fue amenazado
directamente: “Sabemos que viaja mucho -le dijeron-, y no nos gustaría que
usted o su familia sufrieran un accidente”.
Ante la cámara, lazar se muestra frío, calmado y sin
pretensiones. No alardea de conocimientos en temas que no domina. Ha contado
siempre la misma historia, lo cual no es habitual en los falsos testigos. Pero
él mismo tiene algunas lagunas: no ha podido demostrar documentalmente sus dos
diplomas obtenidos en prestigiosas universidades norteamericanas, está
arruinado y fue declarado culpable de regentar un burdel. Los motivos de lazar
para dejar el anonimato son también dudosos. Asegura que lo hizo porque pensó que
no dar la cara era un insulto para la ciencia y los ciudadanos de su país. Sin
embargo, sus bocetos de la nave alienígena se han comercializado en forma de
maqueta y ha vendido los derechos de su historia para hacer una película.
Lazar asegura que, entre 1982 y 1984, trabajó para la
Iniciativa de Defensa Estratégica (la guerra de las galaxias) en el Laboratorio
Nacional de Los Alamos, en Nuevo México, lo cual fue negado rotundamente por
las autoridades, asegurando que no había ningún documento que probase dicho
empleo Pero durante su investigación, el periodista George Knapp vio que el
nombre de lazar constaba en el directorio telefónico interno de Los Alamos. Por
otra parte, parece confirmarse por la declaración de la renta.
Desde entonces han salido a la luz más datos. En 1995, una
empresa alemana distribuyó un video titulado Secrets of the Black World, en el
que aparecen varios testigos que aportan más información sobre lo que ocurría
en el Área 51.
¿A Prueba de Video?
Norio Hayakawa, de una emisora de TV japonesa, capturó en
imágenes la fugaz aparición de un objeto que se elevaba desde el Área 51. Filmó
una luz resplandeciente, que se deslizaba por el cielo sobre las montañas. Un
posterior análisis de la película por computadora llevó a Hayakawa a concluir
que “definitivamente el objeto no es un avión convencional”.
Otras muchas filmaciones muestran un objeto brillante que se
desplaza por el cielo a velocidades increíbles y que ejecuta maniobras
presuntamente imposibles. Uno de ellos se aproximó a un equipo de la NBC, y sus
miembros regresaron con quemaduras producidas por radiaciones radiactivas.
Algunos llegaron más lejos, al parecer hasta el interior del S-4, y filmaron
una habitación llena de sarcófagos metálicos donde se almacenan alienígenas
muertos.
Desgraciadamente, captar un ovni en película o en cinta de
video no es una prueba definitiva de su existencia. En Secrets of the Black
World pueden verse dos platillos voladores, pero uno de ellos tiene el aspecto
de un reactor volando a poca altura y el otro era una secuencia mal montada de
un “cubo de basura volador”.
A pesar de todo, muchos piensan que está ocurriendo algo en
el desierto de Nevada. “Hay por lo menos ocho Black Programs volando por el
Área 51”, asevera el escritor aeronáutico Jim Goodall. Los Black Programs son
proyectos secretos del Gobierno, como el bombardero “stealth”. que incluyen
asombrosas pruebas de velocidad y maniobrabilidad que pueden hacer pensar a
muchos que se trata de platillos voladores.
Goodall cree que las aeronaves de las que habla son
silenciosas e increíblemente rápidas, como una que abandonó el Área 51 y fue
detectada por un radar volando a más de 16.000 km h. Goodall pone en duda que
tales velocidades estén al alcance de la tecnología humana. Cuando Goodall
preguntó al ex presidente de Lockheed si creía en la existencia de los ovnis,
éste respondió: “Sí. Estoy plenamente convencido de su existencia”.
Relación con el
Majestic 12
Lazar aseguró que los operarios que trabajaban en la zona
S-4 llevaban distintivos con la palabra MAJ impresa. ¿Podría tener alguna
relación con Majestic-12, el equipo de científicos creado con el máximo secreto
por el presidente de EE UU en 1947 para investigar los platillos voladores?.
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