¿Calavera de un extraterrestre? |
Aunque muchos lo consideran como una
muestra más de nuestra arrogancia, lo cierto es que el concepto de “humanoide”
tiene mucha popularidad entre la comunidad científica. Esencialmente, se
refiere a que en la eventualidad de la evolución de formas de vida semejantes a
las terrestres cualquier especie inteligente necesariamente habrá de parecerse
al hombre.
Las razones para pensar ello son muchas, pero ante todo que
nuestro cerebro se desarrolló precisamente gracias a la evolución de nuestras
manos y nuestro sistema de comunicación, que parece ser que lo obligaron a
volverse más y más efectivo. Esto lleva a concluir que una especie inteligente
necesariamente deberá pasar por un proceso similar, desarrollando una postura
parcial o totalmente erguida para liberar algunos apéndices para la
manipulación de objetos y desarrollando un lenguaje complejo que lo obligue a
construir interacciones sociales elaboradas.
La calavera de
Sealand
De acuerdo con el relato de quienes hallaron la reliquia, la
calavera apareció en Sealand, una isla que hace parte de Dinamarca, en la
ciudad de Ølstykke. La descubrió un contratista encargado de reparar o
reemplazar las tuberías de una vieja construcción y originalmente se pensó que
era el cráneo de un caballo, pues se sabía que la zona era una antigua
caballeriza. No fue hasta limpiarla que se dieron cuenta del misterio que se
traían entre manos. Y aquí comienza lo raro de la historia.
El incidente apenas si mereció un par de líneas en un diario
local de Dinamarca. La calavera podía ser falsa, eso es cierto, pero lo natural
hubiera sido cubrimiento nacional y una inmediata investigación para determinar
de qué se trataba. En lugar de eso… nada. Pasaron 3 largos años antes de que la
calavera llegara a manos de un grupo de científicos: a Instituto Niels Bohr en
Copenhague.
En ese momento la calavera se dató en torno a los años 1.280
y 1.200 a. C. Parecía tratarse de un esqueleto ordinario, perteneciente a
alguna especie desconocida. Poco tiempo después de brindar esta información, la
calavera desapareció del registro.
Los misterios del
hallazgo
He de admitir que este caso en particular me ha parecido un
tanto intrigante. Se trata de un hallazgo verdaderamente único que recibió una
cantidad prácticamente nula de atención. Y lo que es más interesante, tampoco
existen fuentes en las que se cuestione o refute la aparición de la calavera.
No, el hecho sencillamente pasó inadvertido.
Estamos ante un suceso
particularmente extraño. Lo lógico sería considerar la calavera como un hoax de
algún danés interesado en ganar algo de fama, pero en ese caso sería de suponer
que tendríamos acceso a una considerable
cantidad de información incluyendo los estudios que podrían probar que es
falsa. Si la calavera hubiese sido escondida, seguramente así lo habrían
denunciado los institutos que supuestamente la estudiaron. Pero no, no tenemos
nada.
Es como si alguien quisiera llamar lo menos posible la
atención con el evento. Un comunicado afirmando que jamás existió evidentemente
atraería los ojos de miles de personas, por lo que tiene sentido que no lo
hagan. Lo mismo sucedería si se refuta públicamente que dicha calavera tiene en
verdad tal antigüedad: pronto muchos querrán una muestra para determinarlo por
sí mismos.
Es un caso particularmente sospechoso y no podemos más que
elucubrar. ¿Es real la calavera? ¿Tiene en verdad más de 3.000 años de
antigüedad? ¿Por qué brindaron ese dato para luego desaparecer de la escena
pública? ¿Hay algo que nos estén ocultando? No se sabe dónde está hoy la
calavera o si la están estudiando, ni siquiera si todavía existe. Solo nos
quedan registros de ella anteriores al año 2013… en cualquier caso, se trata de
algo muy inusual que, sin lugar a dudas, hace levantar suspicacias.
Fuente: el pensante
No hay comentarios:
Publicar un comentario