Un profeta sorprende a Europa
Es muy frecuente que los hombres sueñen
con conocer el futuro. Después de los adivinos paganos y de los profetas
bíblicos viene el tiempo de los magos laicos.
En 1555, aparece en Lyon la primera
edición de las Centurias astrológicas, enigmáticos cuartetos Firmados por un
tal Nostradamus, que rápidamente se impone corno el mayor de los visionarios
modernos.
De
médico a astrólogo
Las profecías de Miguel Nostradamus, portada de la edición original, Lyon., 1555. |
Entonces comienza a viajar, según
algunos, llegando hasta Egipto, pero, al parecer, sus peregrinaciones solo se
limitan al sur de Francia y a Italia. Es quizás durante este vagabundeo que se
manifiesta, por primera vez, su don de videncia: un día, al encontrarse con un
monje en el camino, habría reconocido en él al futuro Papa Sixto V y se habría
arrodillado diciendo: Me arrodillo ante Su Santidad. Al menos es, sin duda, en
este período de viajero solitario que su espíritu se exalta hasta el punto que
cree poseer el don de predecir el futuro.
El
hombre que predijo su muerte
En 1546, se establece en Salos, dos años
después vuelve a contraer matrimonio: abre un consultorio médico que prospera
rápidamente; sin embargo, se inclina hacia las observaciones astrológicas. En
ese tiempo redacta primero un almanaque con presagios (1550), luego sus
Centurias, probablemente como resultado de las visiones que tiene durante sus
desvelos nocturnos. Pronto su trabajo causa sensación, y, en julio de 1556,
Catalina de Médicis, apasionada por el ocultismo, manda llamar al adivino para
que establezca el horóscopo de sus hijos.
Anuncia entonces que tres de ellos
reinarán, sorprendente predicción que será confirmada: los tres niños subirán
al trono con los nombres de Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Cuatro años
más tarde, en 1559, estando Nostradarnus ya de vuelta en su hogar, el rey
Enrique II, padre de los niños muere en un torneo. La visera mal cerrada de su
yelmo dejó pasar la lanza de su adversario, el conde de Montgomery, y el
soberano agoniza, durante diez días, con el ojo reventado y una herida en la
cabeza. Los contemporáneos recuerdan entonces la extraña predicción del 35°
cuarteto:
“El león joven al viejo vencerá,
En campo bélico en duelo singular:
En jaula de oro le reventará los ojos
Dos clases una, luego morir, muerte
cruel”.
En el año 1564, Carlos IX encarga a
Nostradamus la importante misión de ser médico de cabecera del rey. Es un
empleo de mucho prestigio, se encuentra en el apogeo de su fama, adulado por
poetas como Ronsard. Dos años más tarde muere cuando regresaba de una misión en
Arles. Nuevamente un cuarteto parece haber predicho su fin:
“De vuelta de la embajada que el rey le
encomendó
Ya nada hará, se habrá ido hacia Dios
Parientes cercanos, amigos, hermanos de
sangre
Encontrado totalmente muerto al pie de
la cama”.
La
carta de Nostradamus a su hijo César
«Tu llegada tardía, (...) hijo mío me
causó muchos y continuos desvelos nocturnos para escribirte y dejarte estas
memorias (...) a partir de lo que la divina esencia me dio a conocer con la ayuda
del movimiento de los astros (...) Escribí libros de profecías que contenían,
cada uno, 100 cuartetos astronómicos que quise escribir en forma confusa, y que
constituyen vaticinios perpetuos de hoy al 3797. (,..) Sin embargo, hijo mío,
(...) quiero que sepas que los hombres letrados se burlarán tanto de la manera
en que encontré al mundo antes de la conflagración mundial que traerá consigo
tantos bombardeos y revoluciones violentas que no habrá país que no haya sido
tocado por los problemas y esto durará hasta que todo haya muerto excepto la
historia y los lugares. (...) Disminuirán las lluvias y caerá del cielo tal
cantidad de fuego y de proyectiles incendiarios que nada escapará al incendio.
Y esto sucederá antes de la última conflagración. (...) Volverá la monarquía,
luego la edad de oro.
Y
mañana...
Las Centurias que van en constante aumento desde la primera edición hasta la muerte de Nostradamus, son conjuntos de cuatro versos agrupados en grupos de cien (y de ahí el titulo de la colección). La edición definitiva de las obras de Nostradamus incluye la Carta a César (hijo de Nostradamus), Epístola al muy Invencible, al muy Poderoso y muy Cristiano Enrique Segundo, rey Francia. Las propias Centurias (que completaron 12), los Presagios (141 cuartetos) y finalmente los Sextetos (58 estrofas de seis versos). Muchos términos latinos afrancesados están mezclados en la lengua del siglo XVI, lo que no facilita la interpretación de las predicciones, que el propio astrólogo ha redactado voluntariamente de manera oscura, con el fin de evitar cualquier tipo de persecución. En el prefacio de la edición de 1555, manifiesta el miedo de ser perseguido por la Iglesia, y se defiende contra las acusaciones de hereje que se hacen en su contra. También afirma no poseer ningún libro de magia.
Catalina de Médicis y su astrólogo,
grabado de E. Blanche (colección particular)
|
Las profecías cubren la historia de
Francia hasta comienzos del siglo XXI, las hay en menor cantidad para la historia
de Europa y del mundo. Para los incondicionales del mago, efectivamente algunas
se cumplieron; Michel de Nostre-Dame habría previsto la huida de Luis XVI a
Varennes, el advenimiento de Napoleón I y luego la instauración de una
república después de la caída de la monarquía.
En cuanto a nuestra época, y
precisamente los años que vendrán, los comentaristas creen que en los cuartetos
se anuncian cosas poco tranquilizadoras: se producirá un tercer conflicto
mundial, que comenzará en el Medio Oriente y durante el cual Marsella y París
serán destruidas; y la llegada del Anticristo a la Tierra. Jean-Charles de
Funtbrune, uno de los exegetas más conocidos de Nostradamus, fija esta llegada
para 1999. Dentro de poco se sabrá si las profecías de las Centurias son
exactas, a menos que los comentaristas más autorizados no se dejen engañar por
sus sentidos.
Profetas
y visionarios
Desde la Antigüedad, muchos profetas
tuvieron su hora de gloria. Algunos fueron desmentidos y otros comprendidos a
posteriori, cuando el hecho que se pretendió anunciar ya se ha producido.
El Apocalipsis . El texto atribuido al
apóstol san Juan es el más famoso de los escritos proféticos contenidos en la
Biblia. Describe el fin del mundo con le llegada de los Cuatro Caballeros que
provocan destrucciones y hambrunas, y luego la venida de la Bestia inmunda. Sin
embargo, luego de una batalla en Armagedón, Cristo volverá a la Tierra
(parusía) y su reino inaugurará un periodo de paz infinito.
La profecía de los papas . Durante mucho
tiempo, el autor de este texto fue identificado con san Malaquías, primado de
Irlanda. Compuesta de 111 anuncios, se refiere a los papas electos después de
1144. Cada anuncio está consagrado a un papa, la profecía se interrumpe en el
112°, ya que entonces se dice que se producirán grandes trastornos que
ensangrentarán al planeta y pondrán fin a la lista de sucesores de san Pedro.
Deberíamos preocupamos si pensamos que Juan Pablo II es el 110 papa
enumerado... sin embargo, actualmente sabemos que el manuscrito de La profecía
de los papas es una falsificación que data de la segunda mitad del siglo XVI.
Edgardo Cayce (1877-1945). Este hombre,
uno de los visionarios más famosos de la época contemporánea, se manifestó
tanto por sus dones de curandero como por sus «lecturas», informes de visiones
que obtiene mientras se encuentra sumido en un sueño hipnótico. Profetizó en
particular que, entre 1956 y 1998, violentos terremotos y maremotos dañarían la
corteza terrestre y que California, Nueva York, así como una parte de Japón
serian destruidos. Las riberas del Mediterráneo también serian afectadas. Cayce
afirmaba, incluso, que el futuro del mundo vendría de Rusia, la que, liberada
del comunismo, se aliaría con Estados Unidos en contra de China.
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