Toda religión, doctrina o conocimiento sagrado, contiene los principios fundamentales de una religión cósmica universal e infinita y ese gran conocimiento universal asume diferentes formas, según las necesidades de cada raza y época y esta enseñanza busca siempre la manera de integrar al ser humano con la divinidad, lamentablemente esa enseñanza plasmada en libros sagrados, en láminas, nichos, pirámides, pinturas, códices, etc. ha sido mal interpretada debida al hecho de que la enseñanza la tomamos al pie de la letra, no buscamos su verdadero significado y ello nos lleva al riesgo de caer en el fanatismo, los prejuicios y la confusión, llevándonos a cometer diversos delitos en contra de la naturaleza, en contra de nuestros semejantes y aún de nosotros mismos.
Las religiones ortodoxas tienen dos círculos: el Exotérico o el público y el esotérico o secreto. En la religión de Mahoma, vemos por ejemplo los dos círculos: el público, entregado en las mezquitas musulmanas y el conocimiento secreto estudiado y practicado por los Sufíes, quienes no estudian el Corán en forma meramente exotérica, sino esotérica, dejando a un lado “la letra que mata” para aprehender o capturar el “espíritu que vivifica y da vida”, lo que está escrito entre líneas, lo que la mayoría de la gente no es capaz de entender. Cuando interpretamos con el razonamiento, el mensaje original se pierde.
Por otra parte, necesitamos hacer consciencia que para el mal existe un límite y tarde o temprano vendrán las consecuencias o el castigo a nuestras maldades, ya sea que las realicemos en forma consciente o inconsciente y como corolario tendremos sufrimientos, dolor, penas, que culminarán en los mundos infiernos, donde como menciona Dante solo se oye el lamento y el crujir de dientes.
Fue después de 600 años del cristianismo cuando se hizo necesario otro mensaje sobre la enseñanza de tipo trascendental y vino Mahoma, el gran profeta, a dejar su mensaje de amor y paz, traído de los mundos superiores para todos los seres humanos de puro y noble corazón.
Esta escritura sagrada está escrita en capítulos, llamados Suras, con sus versículos en donde se habla de códigos, normas o leyes de conducta que debe practicar el ser humano para ganarse el cielo o de lo contrario irá al infierno.
La Ley es un Principio Creador y Ordenador. Todo en el Universo está sometido a Leyes cósmicas y naturales, si faltasen las leyes, imperaría el desorden, el caos y la anarquía, tanto en la vida social como en todo el Cosmos Infinito. Lo que verdaderamente importa es aprender a vivir de acuerdo con las normas superiores. Si así procedemos, nuestra existencia se torna armoniosa y equilibrada.
El profeta Moisés, escribió por orden de Dios, las Tablas de la Ley (los 10 Mandamientos), reglas o leyes que indican a los seres humanos lo que debe hacer y lo que no debe hacer, para que pueda vivir con plenitud, feliz y en armonía con lo que le rodea y con el universo.
Nos menciona el Corán respecto al infierno o regiones sumergidas:
“Entre ellos, los unos creen en el profeta y los otros se alejan de él, pero el fuego de la gehena basta para su castigo. Aquellos que se nieguen a creer en nuestros signos, los aceraremos al fuego ardiente. Tan pronto como su piel sea consumida por el fuego, los revestiremos con otra para hacerles probar el suplicio. Dios es poderoso y prudente”.
“Los que crean y obren bien serán introducidos en los jardines regados por las corrientes de agua; permanecerán ahí eternamente; hallarán ahí mujeres exentas de toda mancha y deliciosas sombras.”
Sura IV (58-60)
Se refiere a una fe consciente y verdadera basada en los principios divinales.
La Gehena es el infierno.
Gehena también aparece en el Nuevo Testamento y en las primeras escrituras cristianas como el lugar en donde el mal será destruido. Presta también su nombre al infierno del Islam, Jahanam.
“Persevera, pues Dios no dejará perecer la recompensa de los que obren el bien. Entre las generaciones que os han precedido, los que practicaban la virtud y prohibían que se cometiesen iniquidades en la tierra no eran en pequeño número. Los hemos salvado; pero los malos siguieron sus apetitos y fueron culpables. Si Dios hubiese querido no habría hecho de todos los hombres más que un solo pueblo. Pero ellos no cesarán de diferenciarse entre sí, excepto aquellos a quienes Dios haya concedido su misericordia. Les ha creado para esto, a fin de que la palabra de dios se cumpla cuando dijo: llenaré el infierno de genios y de hombres a la vez”
Sura XI (117-118-120)
Aquellos que tienen buen dharma, o quienes han obrado bien o realizado en vida muy buenas obras, pueden darse el lujo de unas bienhechoras vacaciones (dentro de la muerte y el nuevo nacimiento) en las regiones moleculares y electrónicas que existen en los mundos superiores de consciencia.
“Entonces los profetas pidieron la asistencia de Dios y todo hombre orgullosos y rebelde fue aniquilado. La gehena está detrás de él y él será saciado con una agua infecta”…
Entonces tú verás a los criminales con los pies y las muñecas cargados con cadenas.
Sus túnicas serán de alquitrán, el fuego envolverá sus rostros a fin de que Dios retribuya a cada alma según sus obras. Es rápido en sus cuentas.
Sura XIV (18-19-50-51)
“Dios les dirá: entrad en el fuego para uniros a las generaciones de los hombres y a los genios que han desaparecido antes de vosotros. Siempre que entra allí una generación, maldice a su hermana hasta el momento en que estén reunidas; entonces la última dirá mostrando a la primera; Señor, he allí a los que se han extraviado, aplicadles un doble castigo del fuego; y Dios les dirá: El doble será para todos vosotros, pero vosotros lo ignoráis.”
Sura VII (36)
¿Sería posible que fuésemos juzgados una vez que estemos muertos y convertidos en polvo y huesos?. Dirá luego ¿Queréis mirar allá abajo? Mirarán y verán el fondo del infierno donde se encuentra El Dakkun , un árbol que brota desde el fondo del infierno, sus cimas son como si fuesen cabezas de demonios, los réprobos serán alimentados con él y se llenarán el vientre. Detrás beberán agua hirviendo y luego volverán al fondo del infierno.
Sura 37 (51,52,53, 60)
Los jardines del Edén se abrirán para los que temen a Dios, pero a los perversos les está reservada la más horrible mansión. La Gehena, donde serán quemados, probarán el aguardiente y el pus y otros suplicios diversos.
Los musulmanes creen que tanto el Infierno y el Paraíso existen ahora y que son dos moradas reales. El Infierno es donde una persona pecadora será castigada y el Paraíso es donde una persona piadosa será recompensada.
Los infiernos en el libro sagrado el Corán no se encuentran específicamente en un capítulo o Sura, sino que están intercalados en todo el texto que compone este libro sagrado.
Debemos comprender que los infieles que se mencionan en esta lectura, se refieren a los enemigos ocultos, los enemigos del Eterno, conocido comúnmente como Ego o yo psicológico.
Es posible constatar la evidencia de estas regiones sumergidas cuando decimos que tuvimos “una pesadilla”. Mahoma menciona referente a éste hecho: que existen siete puertas infernales que se corresponden con siete centros o chakras ubicados en el bajo vientre y relacionados con los mundos infiernos, empero con una pesadilla no vivenciamos todo el crudo realismo de estos mundos inferiores.
El gnosticismo habla de nueve círculos concéntricos e inferiores que se corresponden con nueve cielos o supradimensiones y cada una de estas esferas sumergidas con sus correspondientes leyes de mecanicidad o densidad que se van multiplicando en forma escandalosa, así el primer círculo está bajo el control de 96 leyes, el segundo por 192, el tercero se triplica 96 x 3 es igual a 288 y finalmente el noveno círculo se multiplica por 9, teniendo como resultado un total de 864 leyes, indicando que a mayor número de leyes se multiplica el dolor, el sufrimiento, la materialidad, el llanto y por esta razón se le llama la región de las penalidades y los castigos.
Es conveniente no olvidar que cualquier unidad cósmica que surge a la vida posee, por ley, inevitablemente un reino mineral sumergido entre las infradimensiones sumergidas. Los infiernos existen en todos los mundos, en todas las galaxias, más no todos están habitados, por ejemplo el Sol, que con su luz ilumina y da vida todos los planetas del sistema solar de Ors, no es posible encontrar ahí fracasos cósmicos, sus infiernos están completamente limpios, todas las criaturas que ahí habitan, son completamente espirituales
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