La que hoy es la sede del Parlamento de Andalucía fue
durante cientos de años el Hospital de las Cinco Llagas o también denominado el
Hospital de la Sangre.
Mandado construir en 1546 por orden de Don Fabrique
Enríquez de Ribera con el fin de albergar la fundación de caridad que había
creado su propia madre, el Hospital de las Cinco Llagas contaba con capacidad
para 3000 camas y con unas condiciones de salubridad excepcionales para la
época: un acueducto que llevaba agua al edificio, cloacas para la expulsión de
aguas residuales y grandes ventanales que permitían la entrada de luz y
permitían de este modo la ventilación de la estancia.
Y hasta 1972 ha servido con Hospital, año que cerró por su mal estado de conservación y durante unos años de renovación, se ha convertido finalmente en el actual Parlamento de Andalucía.
Por sus salas de curas muchos han sido los males que se
han intentado sanar. Desde soldados con heridas de guerra, niños víctimas de
epidemias, mujeres embarazadas, ancianos en sus últimos días, … y así. se ha
ido convirtiéndolo en uno de esos lugares impregnados de emotividad y de los
que la tradición popular se ha encargado de rodear de leyendas relacionadas con
ruidos de pasos en largos correderos, apariciones fantasmales, llantos de niños
en salas vacías, sonidos de arrastra de grandes objetos en el silencio de la
noche y rostros sin cuerpo que se asoman a las cristaleras.
Pero sin duda, la que cuenta con mayor número de
testimonios se relaciona con la aparición de la silueta que se corresponde con
una monja vestida con atavíos de época. Esta aparición parece relacionarse con
Sor Úrsula, una monja que según se cuenta, perteneció a la Hermandad de la
Caridad, y que dio asistencia a este hospital hasta 1639, año en el que
falleció víctima de la peste. La fama de Sor Úrsula, era de disciplinada y en
ocasiones de extremada dureza con los enfermos.
A su muerte, comienza la leyenda. Al parecer los enfermos
que recibían su fantasmal visita, morían, sino al día siguiente, al poco
tiempo. Su aparición iba acompañada del tintinear de llaves que en vida siempre
llevaba consigo.
Leyenda que llega hasta nuestros días, ya que al parecer
Sor Úrsula se resiste a abandonar el edificio que la vio morir y se acumulan
los testimonios de trabajadores que aseguran haber visto la silueta de la monja
recorriendo sus pasillos y patios.
Políticos pertenecientes al parlamento que privadamente
intercambian sus anécdotas de visiones o encuentros, limpiadoras que se ven en
la necesidad de realizar su trabajo en grupo, ya que solas no se atreven o
vigilantes nocturnos que atestiguan haber visto claramente la visión de la
monja. En sus testimonios detallan con máxima pulcritud el hábito que lleva la
figura fantasmal, como son golpeados por
piedras que salen de la nada, como la temperatura de las estancias caen
súbitamente, quejidos y lamentos en habitaciones vacías y cerradas, gritos
desgarradores que retumban en las salas, ascensores que suben y bajan por
capricho, causando la baja de muchos de ellos por motivos psicológicos.
Sin duda el antiguo Hospital de las Cinco Llagas en uno
de esos lugares con historia.
Fuente: Fenomeno.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario