El equipo de siete hombres acababa de terminar su trabajo y fueron hacinados en una camioneta pick-up, para regresar a casa por un remoto camino de explotación forestal. Fue a principios de noviembre y la luz del sol se había ido, pero el equipo notó una luz muy brillante en el bosque. Se detuvieron para observar lo que parecía ser un disco aplanado flotando cerca de la carretera. Uno de los hombres, Travis, se bajó del camión para ver más de cerca.
Mientras miraba fijamente el objeto, una luz azul intensa de repente iluminó a Travis, sacudiéndolo hacia atrás como si hubiera sido electrocutado. Esto puso al resto de la tripulación en estado de pánico y rápidamente huyeron en la camioneta. Después de una breve discusión, los hombres decidieron regresar y coger a Travis, pero él se había ido. En estado de shock, se dirigieron a la ciudad y denunciaron el incidente a la policía local.
Al principio, la policía sospecha de la historia y pensaba que los hombres habían asesinado a Travis o que de alguna manera había tenido un accidente que los madereros estaban tratando de encubrir. El equipo se sometió a un detector de mentiras, pero sus historias eran coherentes y parecían sinceros. Las intensas búsquedas en la zona donde se vio el disco no revelaron ninguna evidencia o rastro de Travis.
Travis después recordó lo que le sucedió. Dice
que perdió el conocimiento por una cantidad desconocida de tiempo, entonces se
despertó en lo que primero pensó que era un hospital. Pensó: "¡Oh, Dios
mío, el hospital, me llevaron al hospital." Se dio cuenta de que el
ambiente era muy húmedo y caliente. Se sentía incómodo y vio que estaba vestido
todavía con su ropa de trabajo. "Me pregunté ¿por qué la enfermera, por lo
menos, no me había quitado mi chaqueta?"
Recuperando su conciencia, Travis sentía algún tipo de restricción alrededor de la cintura. Podía ver a algunas personas en movimiento en la distancia y finalmente fue capaz de centrarse en ellos. En lugar de médicos y enfermeras, Travis vio lo que describió como "horribles criaturas."
Tres seres con características humanoides se miraban con inusualmente grandes, pupilas marrones. Ellos eran de un poco menos de 5 pies (1,52m) de altura, delgados y tenían la piel de "apariencia malvavisco". Sus pequeñas manos eran delicadas y sin uñas. Totalmente calvos, con la cabeza desproporcionadamente grande para sus pequeños cuerpos. Asustado por la vista, Travis empujó a uno de los seres con la mano y se sorprendió de que era muy ligero de peso. "Lo sentí esponjoso y suave", relató más tarde.
Él rápidamente se libró de la contención y se puso en pie. "¡No acercarse, maldita sea!"
Travis más tarde recordó su fascinación por los "increíbles ojos" de los alienígenas. Los iris eran dos veces el tamaño normal de un ojo humano, casi una pulgada (2,54cm) de diámetro. El iris era tan grande que incluso partes de las pupilas estaban ocultas por los párpados, dando a los ojos una determinada apariencia felina. Se veía muy poco de la parte blanca del ojo. No tenían pestañas ni cejas. La boca pequeña nunca se movió.
Tras su actitud agresiva a los alienígenas salió de la habitación por una puerta abierta. "Tengo que salir de aquí", pensó.
Travis salió de la pequeña habitación y se encontró en un pasillo vacío y curvo. Pronto encontró una sala circular con un techo abovedado, y tres puertas rectangulares que estaban cerradas. La sala estaba vacía a excepción de una silla de espaldas a él. A medida que se acercaba hacia el centro de esta sala circular se dio cuenta de que la habitación parecía más oscura, hasta que fue capaz de ver las estrellas. Se dio cuenta de que había lo que parecían ser los controles cerca de la silla vacía
Con miedo de que alguien lo estuviese buscando, Travis trató de salir de la sala circular. Las puertas no se abrían para él, pero pronto una lo hizo, y Travis se encontró con un humano de 6 pies (1,83m) de alto y musculoso. Rápidamente se acercó al hombre, le preguntó adónde estaba y qué estaba pasando. Pero el hombre permaneció en silencio. El hombre llevó a Travis fuera de la sala, por el pasillo hasta una puerta que se abrió, permitiéndole salir de la nave, de repente se encontró con que estaba dentro de otra gran sala que contenía muchas naves con forma de discos.
Finalmente, fue llevado a otra habitación en la que había dos hombres y una mujer. Estos tres tenían características similares a los primeros humanos que había visto. Ellos cuatro tenían una similitud "como de familia". Travis de nuevo trató de iniciar una conversación, pero se quedaron en silencio. "¿Podría alguien decirme dónde estoy? ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué es este lugar?"
La mujer y uno de los hombres cogió a Travis por el brazo conduciéndolo a una mesa. La mujer tenía un objeto que parecía una máscara de oxígeno, pero sin los tubos adheridos a ella, sólo una pequeña esfera del tamaño de una pelota de golf negra. Pronto estaba callendo en un sueño. "La conciencia volvió a mí de noche para despertar encontrándome en el frío pavimento del oeste de Heber, Arizona. Estaba acostado sobre mi estómago, y mi cabeza en mi antebrazo derecho. El aire frío me despertó inmediatamente. Miré hacia arriba a tiempo para ver una luz apagarse en la parte inferior de un casco curvo, reluciente. Como ya había levantado mi cabeza, una luz blanca que me llamó la atención justo antes de que parpadeara y se apagara. O bien una luz se había apagado o una escotilla se había cerrado, cortando la luz desde el interior. Sólo la vislumbre al levantar la cabeza, no podía estar seguro de que era".
Travis pidió ayuda y se le dio finalmente el tratamiento médico. Estaba visiblemente en estado de shock y con ganas de contar su historia. Lo más impactante de Travis fue cuando se enteró de que había estado ausente durante cinco días.
Ni Travis ni ninguno de su equipo se retractaron nunca de su historia sobre su abducción. Sigue siendo uno de los relatos más fiables de una abducción extraterrestre, sin embargo, como hemos visto, no describe a sus secuestradores con la típica apariencia 'Gris', o "Zeta".
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