Se dice que el caso Rosenheim, fue el episodio más importante de la parasicología del siglo XX.
Dicho Bufete de abogados era propiedad de Herr Adam (Letrado) y estaba situado en la calle Konigstrasse nº 13 en Rosenheim (Alemania).
Dicho Bufete de abogados era propiedad de Herr Adam (Letrado) y estaba situado en la calle Konigstrasse nº 13 en Rosenheim (Alemania).
El ejemplo quizás más famoso del mundo de un caso de poltergeist es probablemente el estudiado por Hans Bender (profesor alemán) y que es conocido bajo el nombre de "El poltergeist de Rosenheim". Aquí os dejamos algunos extractos del relato de los hechos.
"Una mañana fría de noviembre de 1967. La mayoría de los empleados del abogado Sigmund Adam ya se encuentran en su puesto de trabajo de la ciudad alemana de Rosenheim. Una de las últimas personas que llegan es Anne-Marie Schneider, una secretaria de dieciocho años recientemente contratada. Anne-Marie entró en el vestíbulo y se quitó su abrigo. Conforme ella pasó bajo una lámpara del despacho, ésta comenzó a balancearse, pero la chica no observó nada del fenómeno. Anne se dirigió hacia el guardarropa y el movimiento de la lámpara se intensificó. La lámpara del guardarropa comenzó a moverse. Un empleado que la había estado observando desde su entrada le gritó: "¡Achtung! ¡Die Lampe!" Anne-Marie se acurrucó y se cubrió con su abrigo para protegerse. Instantes más tarde, la bombilla de la lámpara del guardarropa explotó, proyectando una lluvia de trozos de cristal en dirección a la joven secretaria. Las lámparas dejaron de moverse. Todo parecía recobrar la normalidad.
Sin embargo el abogado estaba muy nervioso. Su oficina sufría una autodestrucción rápida y sus asuntos iban muy despacio. Los tubos fluorescentes del techo se averiaban constantemente. Incluso llegó a producirse una explosión fuerte de uno de ellos y estropearse toda la iluminación del edificio. Cuando el electricista examinó los tubos de neón se percató que éstos habían girado 90 grados interrumpiendo la conexión eléctrica. Apenas los hubo reparado todos, otro ruido violento se oyó y las luces volvieron a apagarse totalmente. Incluso cuando no estaban encendidas, las bombillas explotaban.
Los teléfonos también sufrían extrañas circunstancias. Las cuatro terminales sonaban al mismo tiempo sin que hubiera nadie al otro final del hilo. Las conversaciones telefónicas eran interrumpidas durante períodos cortos o cortadas para siempre. Las facturas de teléfono alcanzaron importes excesivos y en ella aparecían números que nunca llamados.
Los teléfonos también sufrían extrañas circunstancias. Las cuatro terminales sonaban al mismo tiempo sin que hubiera nadie al otro final del hilo. Las conversaciones telefónicas eran interrumpidas durante períodos cortos o cortadas para siempre. Las facturas de teléfono alcanzaron importes excesivos y en ella aparecían números que nunca llamados.
Al principio, Adam y sus empleados sospechaban de una deficiencia del sistema eléctrico. Ingenieros de la central eléctrica municipal y de la oficina de correos acudieron para lograr detectar todo cambio de intensidad del flujo. Esto lo detectaban mediante equipos de control instalados sobre las líneas eléctricas. Estos equipos registraron fluctuaciones muy importantes del flujo, que a menudo coincidían con los fenómenos observados. También se conectaron aparatos de registro sobre los teléfonos para guardar rastro de todas las llamadas que se emitían desde las oficinas. Casi desde su puesta en marcha, los aparatos registraron llamadas enviadas desde las oficinas sin que nadie utilizara el teléfono.
El profesor Hans Bender de la universidad de Fribourg, investigador reconocido en materia de poltergeists, llegó en compañía de unos colegas a primeros de diciembre de ese mismo año. Una semana después se reunieron con dos físicos del Instituto Max-Planck, especializados en la física de los plasmas, que comenzaron a buscar anomalías en la instalación eléctrica y telefónica. El equipo de Bender observó rápidamente que los fenómenos inexplicables y las perturbaciones de potencia se producían sólo durante las horas de trabajo. Y siempre tenían como centro la persona de Anne-Marie. A menudo, la primera anomalía registrada por el material de vigilancia se producía en el momento en el que Anne-Marie cruzaba el umbral de las oficinas por la mañana.
Desde que Bender expuso su convicción de que las perturbaciones eran debidas al PK, la actividad de poltergeist se intensificó. El equipo de Bender, así como los ingenieros de la compañía de electricidad y los oficiales de policía, llegaron a observar platos decorativos saltar de las paredes y cuadros mecerse e incluso girar alrededor de su gancho. Bender grabó lámparas que oscilaban y ruidos de detonaciones, aunque no pudo registrar los movimientos de los cuadros. Otro investigador sí pudo registrar un cuadro que efectuaba una rotación de 360 grados sobre su eje. El equipo de Fribourg observó cajones que se abrían ellos mismos y documentos que se desplazaban solos.
En dos ocasiones, un archivador de unos 150 kilos se alejó de la pared una treintena de centímetros. Mientras que se producían todos estos fenómenos los investigadores percibieron que Anne-Marie se encontraba cada vez más nerviosa. Llegó un punto que la joven secretaria manifestó contracciones histéricas en brazos y piernas. Cuando ella cogió unos días de descanso, los fenómenos cesaron en seguida en la oficina. Como si allí nada hubiera ocurrido nunca. Poco después Anne-Marie encontró un empleo en otra parte y en la oficina del abogado no volvió a suceder ningún fenómeno inexplicable. Aunque en las oficinas donde trabajó Anne-Marie posteriormente, comenzon a producirse perturbaciones increíbles. Aunque éstas nunca llegaron a ser tan intensas como en Rosenheim y poco a poco fueron cesando.
En más de treinta y cinco casos estudiados por el profesor Bender, éste siempre afirmó que el de Rosenheim fue el más impresionante."
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