Osiris es un símbolo que representa normalmente a nuestro Real Ser, pero al mismo tiempo al Cristo interno y a la vez al Tercer logos. De hecho simboliza las tres cosas a la vez o alguna de ellas, todo depende de lo que se esté estudiando. Osiris se desposa con su hermana Isis (La Divina Madre Interior), hermana pues son partes de nuestro propio Ser, y de ellos deviene Horus (El Ser).
Así que tenemos dos triadas en la simbología egipcia que no deben confundirse. Una es Osiris en sí mismo, pues representa las tres fuerzas primarias de la naturaleza (Padre, hijo y espíritu Santo), y otras es Osiris (Padre), Isis (La Madre Divina) y Horus (El Espíritu divino). A este respecto nos dice el V.M. Samael Aun Weor: “Escrito está y con caracteres de fuego inconfundible en el Libro de la Gran Vida que al final del Mahanvantara, Osiris (el Padre), Isis (la Madre), y Horus (el Espíritu Divino), se integran, mezclan y fusionan como 3 Fuegos para formar una sola Llama. Busquemos a OSIRIS, ISIS Y HORUS dentro de nosotros mismos en las ignotas profundidades de nuestro propio Ser. Es obvio que Osiris, Isis y Horus constituyen en sí mismos la Mónada, la Duada y la Tríada de nuestro Ser Interno.” (Samael Aun Weor. Tarot y Cábala)
Osiris junto con Toth (el Dios de la Sabiduría) entregaron la escritura a la humanidad, conquistó con su bondad y misericordia a muchos pueblos. Más Seth (su hermano, símbolo del Ego) envidioso de su éxito, a través de engaños encierra a Osiris en un ataúd y lo arroja al río Nilo, son nuestras pasionales animales, nuestros deseos, la ira, el orgullo, la codicia, etc. (todo esto en conjunto es Seth), el que no permite que Osiris se manifieste en nuestras actividades diarias. “Escrito está que HORUS debe vencer y destruir a los demonios rojos de SETH(Satán) para que el alma resucite en el corazón de OSIRIS (El Cristo)” (Samael Aun Weor. Mi regreso Al Tíbet).
Toda la teogonía egipcia no debemos buscarla más que en nuestro universo interior. El libro egipcio de la MORADA OCULTA dice: “Yo OSIRIS, tengo en jaque las tempestades del cielo. Yo rodeo con vendas y fortifico a HORUS (mediante el trabajo esotérico), el Dios bueno, continuamente”. “Yo, cuyas formas son diversas y múltiples, recibo mis ofrendas en las horas fijadas por el destino. Las tempestades inmovilizadas son ante mi rostro. He aquí que RA (EL LOGOS), llega acompañado de cuatro divinidades superiores. Todos recorren el cielo en la BARCA SOLAR. Yo, OSIRIS, yo parto para mis viajes la hora fijada por el destino. Subido sobre el cordaje de la barca solar (o de Diamante) empiezo mi nueva existencia”. (Samael Aun Weor. Mi regreso Al Tíbet)
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