Ya de niña poseía dones psíquicos tan portentosos que incluso fue subvencionada por Charles Blackburn para que desarrollara la faceta de la mediumnidad, logrando convertirse en la mejor médium del mundo y en la primera persona que materializó completamente un cuerpo humano entero en forma de aparición fantasmal y todo ello en presencia de iluminación y de cámaras fotográficas y bajo condiciones de controles rígidos.
En la época en que empezaron las sesiones, la señorita Cook había cumplido ya los 15 años y vivía con sus padres, en cuya residencia empezaron a llevarse a cabo las sesiones espiritas en las que se manifestó el misterioso fantasma de Katie King. Más tarde continuaron en la biblioteca de sir William Crookes, en su casa de Londres. Las experiencias de Florence se efectuaron ante la mirada atónita de un grupo de científicos y metapsiquistas, y los fenómenos superaron todos los controles establecidos por los científicos que tuvieron que confirmar la autenticidad del fenómeno de la fantasmogénesis producido por Florence Cook.
La médium entraba en estado de trance y transcurridos unos minutos sintonizaba con la entidad espiritual. A continuación, empezaba a regurgitar poco a poco una sustancia ectóplasmatica, que progresivamente conformaba formas humanas definidas ectocoloplásmaticas, y en sólo unos minutos condensaba la materia psicobiótica en forma de figura completa de la fantasmogénesis de Katie King, la cual salía del desplazándose por la sala, mientras la médium permanecía en trance, extenuada y aparentemente inconsciente en su interior, aportando energía al comportamiento de la materialización bioenergética
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