La clarividencia consiste en efectuar un viaje mental a lugares cerrados, ver cosas escondidas en los ojos de los demás a través de las facultades extrasensoriales. Ninguna barrera física puede ser obstáculo suficiente para que la mente clarividente pueda penetrar en un recinto, por recóndito que sea, y desvelar lo que se halle en su interior.
La clarividencia se diferencia de la telepatía por el hecho de que la primera se produce con la intervención de un solo agente perceptor, es decir, no existe una segunda mente transmisora de los datos ocultos, sino que es la propia facultad clarividente individual la que permite llevar a cabo dicho fenómeno.
En 1.932 el campo de investigación científica demostró contundentemente la existencia de la clarividencia. En la Universidad de Duke, el Dr. Rhine y su equipo seleccionaron a 8 personas sensitivas y las sometieron a 85.724 pruebas. El asombroso resultado fue de 24.364 aciertos, superando la posibilidad del azar en 7.219 de ellos.
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