Culto
mágico y muertos vivos
Incluso en nuestros días, el vudú sigue
vivo en Haití, sobre todo en los estratos populares de la sociedad. Fascina con
sus ritos mágicos y con los zombis, que son personas muertas que unos
hechiceros llamados “ boko ” pretenden poder sacar de sus tumbas para hacer de
ellos sus esclavos.
En 1980, el extraño caso de un campesino
haitiano llamado Clairvius Narcisse llamó la atención de algunos investigadores
sobre un tema que estaba hasta entonces relegado al campo de la superstición.
Algunos investigadores han supuesto que
los hechiceros haitianos utilizaban un polvo especial para transformar a sus
víctimas en zombis. Este veneno era vertido a menudo en un zapato o en la
espalda de una persona para que su piel quedara impregnada. Según el Dr. Wade
Davis, de la Universidad de Harvard, estaría hecho con huesos humanos reducidos
a polvo y sacados de un cadáver, dos lagartijas recién muertas, los huesos
secos de un sapo grande, el Bufo marinas , que es muy venenoso y los restos de
un gusano. Se agregarían también algunas plantas; como una especie de albizzia,
que contiene saponina, la que puede perturbar la respiración, el pois gratter y
dos peces de mar, como el pez globo que contiene tetrodo toxina. Los animales
se asan y luego se muelen en un mortero con los demás ingredientes y,
finalmente, se para todo por un cedazo.
La tetrodo toxina provoca una parálisis
que produce inmovilidad total durante la cual la frontera entre la vida y la
muerte se vuelve incierta, aun para los médicos más experimentados. Para Davis,
el “boko" utilizaría una ayuda material el veneno, que aumentaría
sutilmente el temor de la víctima, pero que funcionaría aún mejor si ella está
persuadida de que su torturador posee estos poderes y cree realmente en el
vudú.
Vuelto
a la vida
Narcisse se había presentado dieciocho
años antes, el 30 de abril de 1962 en el hospital Albert Schweitzer de
Deschapelles, quejándose de fiebre y dolores. Su estarlo empeoró y, el 2 de
mayo, fue declarado muerto por dos médicos en presencio de su hermana Angelina.
El cuerpo fue dejado en la cámara de frío del hospital hasta ser enterrado, el
3 de mayo, en un cementerio de su aldea. Diez días más tarde, se colocó una
lápida recordatoria en su tumba.
En 1980, Angelina se encontró con un
hombre que se presentó diciendo que era su hermano muerto. Le dijo que había
sido transformado en zombi a causa de un problema de sucesión con otro de sus
hermanos, quien le habría pagado a un "boko” para ello. Recordaba su
“agonía”, los llantos de Angelina y la impresión que había tenido como de
flotar por encima de su cuerpo. Enseguida, lo habían sacado del ataúd y después
de su "resurrección" lo habían llevado a los alrededores de Cap
Haitien y obligado a trabajar durante dos años como obrero agrícola en una
plantación, junto a otros zombis.
Aunque se había dado cuenta de su
situación, no podía reaccionar y vivía como en un sueño, bajo la impresión de
que los acontecimientos se movían en cámara lenta. Podía comer normalmente pero
la sal le estaba prohibida. La muerte de su amo libera a los zombis de la
fuerza que los mantiene de alguna forma prisioneros y Narcisse no podía pensar
en volver a su aldea natal hasta la muerte de su hermano ya que sentía todavía
mucho miedo de él. No quiso nombrar a los que lo habían sacado del cementerio y
mantenido en esclavitud.
El asunto tuvo tal resonancia que, en
1981, un equipo de la BBC fue enviado al lugar para efectuar una investigación.
Lamarque Douvon, director del centro de psiquiatría y neurología de Puerto
Príncipe, que se interesaba desde los años 50 en el vudú, decidió verificar las
declaraciones de Narcisse.
Un lado negro y uno blanco. De acuerdo con su maquillaje, el hechicero vudú puede ser maléfico o bienhechor. |
Junto a su familia, preparó una serie de
preguntas cuyas respuestas sólo podían conocer ellos, con el fin de confundir a
un eventual impostor. Sin embargo, Narcisse respondió correctamente a todo,
convenciendo a Douvon de que este fenómeno era real. Sin embargo, como ni su
familia ni los habitantes de su aldea querían volver a verlo, Narcisse fue
admitido en la clínica de Douvon y, después, en una misión bautista.
El
culto vudú
Según el culto vudú, un dios, llamado
también llamado "Gran Maestro”, que está por encima de todo, ha creado a
unos espíritus, los "loa", para servir a los hombres. Después del
bautizo católico, el adepto se pone bajo la protección de su “loa raíz” una
especie de espíritu tutelar de la familia. Más tarde, es revestido con una
nueva personalidad durante una ceremonia de iniciación y debe servir al "loa
maestro en jefe”, quien de ahí en adelante dirige su vida. La toma de posesión
del maestro se realiza en una ceremonia donde algunos animales, especialmente
aves, son inmolados, los oficiantes son el “uga", sacerdote vudú, o
"mambo” si se trata de una mujer, el “boko" o mago que puede hacer
tanto el bien como el mal, y el "loup-garou” o hechicero, Todos ellos son
inseparables.
Los
zombis
Uno de los aspectos más controvertidos
del vudú se refiere naturalmente a la existencia de los zombis y muchos
científicos tratan a las personas afectadas como enfermos mentales. En su lugar
de origen, el zombi es objeto de temor y también de piedad, ya que su calvario
es visto como una maldición. Sucede, a veces, que a los difuntos se les corta
la cabeza para que no se transformen en zombis.
Pareciera que existen tres clases de
zombis. El "zombi astral”, elemento del alma que puede ser transmutado
según la voluntad de quien la posee; el “zombi cadáver", zombi de carne y
hueso que se puede hacer trabajar, y el “zombi sabana", antiguo zombi que
ha vuelto al estado de ser vivo. Estudios recientes, como el realizado por el
Dr. Wade Davis de la Universidad de Harvard, autor de un libro muy completo
sobre el tema, publicado en 1985 y titulado Vudú, han demostrado que es posible
llegar a detener casi completamente el ritmo cardiaco de un ser vivo y darle la
apariencia de un muerto, utilizando ciertas sustancias. Luego, el hechicero y
sus ayudantes esperan que la familia haya partido después del entierro, exhuman
el cuerpo de su ataúd y se apoderan del difunto.
El culto vudú sería capaz de despertar a los muertos. Escena del El Imperio de las Tinieblas, de W. Craven, 1987 |
Davis notó también que aquellos que se
transformaban en zombis eran personas a quienes se reprochaba algún
comportamiento censurable (problemas de tierras, ambición excesiva, seducción
de la mujer de otro hombre, difamación) y que eran juzgados por sociedades
secretas haitianas llamadas Bizango. Así, por ejemplo. Narcisse tenía
efectivamente un litigio de sucesión con su hermano y éste parece haberle hecho
pagar caro por ello.
Orígenes
africanos del vudú
En el Togo y en el antiguo Dahomey, el
término vudú se utilizaba para referirse a unas divinidades que representaban a
las fuerzas de la naturaleza. Los hombres las invocaban para obtener felicidad
en su vida y también cumplían un papel importante en la prevención y en la
curación do las enfermedades.
En el siglo XVI se inició el comercio de
esclavos africanos hacia Haití. Ellos llegaban con sus tradiciones y sus
costumbres y, a pesar de las campañas efectuados por la Iglesia, los cultos
africanos permanecieron vivos, al igual que en el Brasil, donde se llaman
candombe o macumba y en el Caribe.
El vudú, sin embargo, recibió algunas
influencias del cristianismo y las adaptó. Así, por ejemplo, algunos espíritus
corresponden a santos católicos. Estas modificaciones lo han alejado del culto
original venido de África.
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