La criogenia en la actualidad
En
Tailandia una pequeña niña de dos años llamada Einz por sus padres, sufrió un
extraño cáncer cerebral que la mató. Sus padres reacios a enterrar a su pequeño retoño
quisieron para ella otro fin. Le dieron la oportunidad de ser inmortal, le
dieron todas las posibilidades para que desarrollara su vida en el futuro, no
sabemos si en veinte, doscientos o dos mil años, pero la probabilidad está a su
favor.
En el artículo de El Pensante: “Criogenización, la inmortalidad confiada al futuro”, se comentaba los puntos principales de esta experimentación que actualmente se desarrolla en unos pocos laboratorios alrededor del mundo. El experimento consiste en llevar el cuerpo o la cabeza del difunto a una temperatura demasiado baja (-130 C°).En el momento en que se congela el cuerpo se puede preservar perfectamente por miles de años.
La idea central de la criogénesis en los humanos es enfriar el cuerpo en nitrógeno líquido para congelarlo, para ello también es necesario sacar toda la sangre y llenar las venas y arterias de soluciones líquidas que preserven hasta donde se pueda los órganos. Se espera que a futuro se logre evitar las fallas relacionadas con preservación utilizando nanotecnologías disponibles para esto. Aun así el proceso es mucho más complejo.
En la
actualidad este experimento ha dado mayores posibilidades al humano de ser
inmortal. Quizá las poblaciones que tienen posibilidades de acceder a esto, son
aquellos que pueden pagar 60.000 euros, pero con el riesgo de que el cuerpo no
esté apto al momento de tratarlo.
La inmortalidad humana
¿Una
persona podría vivir miles de años? Si vemos el caso de la hermosa Einz quedaremos
convencidos de la posibilidad de que con los años la tecnología se
perfeccionará mucho. Problemas humanos que no se han podido tratar aun, como el
cáncer o las enfermedades autoinmunes, serán diagnosticados con el tiempo
mientras el humano avanza en su camino de conocimiento.
Para
las personas que creen fielmente en la criogénesis (y cada vez hay más),
veremos un pensamiento pragmático y muy interesante que vale la pena traer a
colación: el humano cuando muere desaparece y el muere porque no hay una
cura para su enfermedad. Con el tiempo el humano podrá sanar sus
enfermedades más crónicas y no tendrá que preocuparse por la muerte, aunque no
ahora.
Ahora
no existe la tecnología suficiente para hacer que Einz regrese a la vida, su
cabeza está en refrigeración a la espera de un mejor tiempo. Sus padres pagaron
una millonada a la empresa ALCOR, principal sede criogenética del mundo para garantizar la posibilidad de que cuando uno muera no
desaparezca totalmente.
ALCOR
Esta
compañía sin ánimo de lucro ubicada en Scottsdale (Arizona), nació de un sueño
médico. Fred y Linda
Chamberlain fueron los encargados en crear Alcor Life Extension Fundation, para
preservar cadáveres en recipientes Denwar (así se le
llama a todo recipiente que aísla el calor por conducción, convención o
radiación). La idea llegó en los años setentas, donde la ficción tomó un
sitio privilegiado entre los científicos.
Las
ideas alquimistas como la búsqueda de la inmortalidad, siempre han sido algo
que buscó el hombre y esta pareja lo logró en abstracto. Porque sus ideas
dependen del futuro y este es incierto, aun así en ese lugar está la mayoría de
las posibilidades. Es el único espacio seguro para aquellas personas que no confían
su eternidad a algún dios.
Riesgos de que no se logre
Como
en todo hay muchos riesgos, en la criogenia más. La mayoría de problemas cuando
se vuelve a dar luz al cuerpo. Los teóricos dicen quecuando existan herramientas
nanodigitales más fidedignas que curen todas las enfermedades del cuerpo, se
podrá despertar de nuevo.
El
riesgo es que el cuerpo sí tenga todas las condiciones para volver a estar
vivo. La conciencia, las pérdidas de redes neuronales, etc., son unos de los
riesgos. Pero esto es mejor que nada.
También
está el riesgo de no saber a futuro si la tierra seguirá igual, si ninguna
guerra desaparecerá estos mágicos lugares donde se conserva la esperanza de la
vida o si las radiaciones podrán crecer hasta el punto en que la vida en
nuestro planeta desaparezca. Todas las teorías que pueden
destruir la tierra, también tienen la posibilidad de acabar la criogenia si el
humano no se apura a buscar otros lugares para vivir.
Al
momento en que murió Einz (8 de enero del 2015), su padre Sahatorn dijo que necesitaba una
posibilidad científica y a pesar de que conoció todos los contras se enfocó en
la criogenia, “es mejor tener una probabilidad a ninguna”.
Conclusiones
Se
sabe que de las centenas de personas que actualmente han pasado por la
criogénesis, muchos de ellos no lograron todo el proceso. Aunque las compañías
como ALCOR sigue confiando en sus ideales filosóficos sobre la muerte que van
en contra de todo lo que ha escrito el hombre sobre el tema.
Los
científicos buscaron hacer que la muerte no fuera algo natural, lograron crear
la idea de que la muerte hace parte de un proceso, pero ese proceso se puede alterar
si el humano enfrenta las enfermedades y las cura. Esperemos
que algún día despierte Einz.
Fuente: www.elpensante.com
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